La Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ofrece una recompensa de 20.000 dólares a cualquiera que proporcione pistas para identificar a la persona o personas que mataron a dos delfines que la semana pasada fueron encontrados sin vida en una playa.
Los biólogos de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida descubrieron un delfín muerto en la ciudad de Naples a finales de la semana pasada. El animal había sido herido de muerte por lo que parecía ser una bala o un objeto afilado. Esa misma semana fue hallado el cadáver de otro delfín con un disparo en el costado izquierdo en Pensacola Beach, también en Florida.
En mayo de 2019, otro delfín fue encontrado muerto por una herida profunda de unos 15 centímetros. En aquella ocasión la recompensa por información sobre las personas que mataron al animal fue de 38.000 dólares.
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Al menos 29 delfines han muerto en el sureste de EE.UU. desde 2002 por disparos o apuñalamientos, reza el comunicado de la NOAA.
La agencia escribió que los biólogos atribuyen algunas de las muertes a que los humanos alimentan ilegalmente a los delfines salvajes, lo que lleva a los cetáceos a buscar el contacto con el hombre, arriesgándose así a sufrir "los impactos fatales de los choques con botes (…) y actos de daño intencionado como estos".
La Ley de Protección de Mamíferos Marinos de 1972 castiga el acoso, la caza, la alimentación y la matanza de delfines con multas de hasta 100.000 dólares y penas de prisión de un año.
Los culpables descubiertos anteriormente eran generalmente capitanes de embarcaciones pesqueras que dispararon contra delfines que se acercaban a sus barcas o a los peces capturados por sus redes.