El buceador Walter Bernardis ayudó a salvar a un tiburón de casi 89 kilos frente a las costas de Sudáfrica poniéndolo en un estado parecido a la hipnosis. Al tiburón se le había quedado enganchado un anzuelo en la mandíbula mientras se alimentaba en una zona protegida del bajío Aliwal, informa Daily Star.
Bernardis giró al animal para que flote sobre la espalda y lo que provocó el estado de tanatosis, o una simulación de muerte, estrategia de protección que tienen algunas especies ante posibles depredadores. En este estado el cuerpo del tiburón está relajado y se le puede librar del anzuelo.
El fotógrafo Harry Stone, quien grabó las imágenes de este momento, comentó a los medios que fue un acto peligroso que solo puede ser realizado por profesionales. "Puede hacer daño al tiburón o a los buceadores si no se hace con precaución", dice Stone.
Los tiburones de puntas negras, como el que salvó Bernardis, están casi amenazados por la pesca deportiva. "Es un hecho desafortunado de cualquier actividad de buceo con tiburones hoy en día, en cualquier lugar, va a ver probablemente anzuelos incrustados en las bocas de los tiburones", afirma el fotógrafo.