Una niña de seis años estuvo a punto de asfixiarse este martes mientras comía nuggets de pollo, comprados momentos antes en una sucursal de McDonald's en Aldershot este, Hampshire (Reino Unido), informa Daily Mail.
Laura Arber notó que su hija Maddie tenía dificultades para tragar la comida y comenzaba a asfixiarse. Inmediatamente metió los dedos en la garganta de la niña, para intentar extraer lo que le estuviese bloqueando el tracto respiratorio, y descubrió lo que claramente era un pedazo de máscara quirúrgica azul.
"Ni siquiera pensé que podría venir de un nugget de pollo, pero miré dentro de la caja y todo lo que pude ver fue esa cosa azul saliendo de otro nuggeten una caja de 20", detalló la madre.
Tras el incidente, Arber regresó al local donde había recogido el pedido de camino a la casa, y tan solo le dijeron que los nuggets no habían sido preparadas en ese lugar. Sorprendentemente, ni siquiera recibió una disculpa por parte del gerente. Sin hacer el menor caso a sus quejas, continuaron vendiendo la misma comida.
"Seguían sirviéndolos, y eso fue lo más importante para mí. Simplemente no podía creer la forma en que la gerencia lo manejó", dijo la indignada madre. "¿Y si yo hubiera salido de la habitación y mi hija se hubiese atragantado? Ella pudo haber muerto. En cosa de una fracción de segundo", reclamó.