Varios hosteleros de la región italiana de Toscana decidieron restablecer la antigua tradición de vender comida y bebidas sin contacto directo con el cliente a través de unas pequeñas ventanas en las paredes de sus locales.
La conocidas como 'buchette del vino' fueron usadas antiguamente por los productores de esta bebida en los tiempos de la peste bubónica para reducir el riesgo de contagio, y ahora volvió a convertirse en un modo de venta a causa de la pandemia de coronavirus, informa la web de la Asociación Cultural de Buchette del Vino.
La asociación señala que una de las notas más antiguas en la prensa local sobre las 'ventanas del vino' data del año 1634. A través de estas aberturas, los vendedores entregaban las botellas a los clientes, pero no recibían el pago directamente de sus manos, sino que disponían de una caja especial para aceptar las monedas, que luego desinfectaban con vinagre.
Hoy, varios locales de Florencia ofrecen a través de las 'ventanas del vino' también otras bebidas, como café, aperitivos e incluso helado, mientras que otros establecimientos se mantienen en la tradición de usarlas solo para servir copas de vino.