Los Maserati son unos autos muy caros, pero eso no significa que sirvan para circular por cualquier terreno, o al menos no por las dunas. El propietario de uno de estos lujosos vehículos lo constató en la práctica cuando intentó conducir su coche por una playa de Newcastle, en Australia, y quedó atascado en la arena.
Para lograr salir, al conductor no se le ocurrió nada mejor que hacerse remolcar por una furgoneta con la ayuda de una cuerda atada al parachoques. Pero cuando el vehículo salvador empezó a acelerar, el parachoques se desprendió, voló por los aires y se rompió en pedazos. No se sabe cómo, pero parece que posteriormente el propietario del auto logró ser remolcado y abandonar la playa.