Paul Hampton y Jacqui Heeley, una pareja del municipio de West Bromwich, en Sandwell (Inglaterra, Reino Unido), fueron despertados este jueves por una vecina que les traía una muy mala noticia: su coche había sido desarmado por ladrones mientras el barrio dormía, informa LADbible.
Los delincuentes desmantelaron casi todo lo que pudieron, dejando una suerte de 'esqueleto'. En concreto, el coche de lujo perdió ambas puertas delanteras, el capó, la tapa del maletero, los asientos delanteros y todas las ruedas. Por si fuera poco, los profesionales privaron a Hampton de los dulces que había dentro del auto.
Mientras, la Policía local no ha podido encontrar huellas, ya que los delincuentes efectuaron su sigilosa operación provistos de guantes de látex.
"No sólo cortaron los cables de las puertas, sino que también desataron los conectores para evitar dañarlo. Han dejado las partes restantes en perfecto estado", comenta el incidente Hampton, asombrado por la sofisticación del robo y la profesionalidad de los cacos 'silenciosos'.
El dueño del Mercedes es aficionado a esta marca alemana desde hace 15 años. Hampton y Heeley compraron el coche a plazos en abril de 2018, así que debería valer más de 21.000 dólares a finales del próximo mes de marzo. Sin embargo, el daño infligido por los ladrones profesionales asciende a más de 18.000 dólares, según los primeros cálculos.