En noviembre del 2020, Steven Amos, un activista ecológico que limpiaba una playa en la isla de Panasesa (Papúa Nueva Guinea) encontró una botella que contenía un puñado de granos de arroz, varias cáscaras y una carta, dio a conocer este jueves The Guardian.
Se estableció que la botella había sido lanzada al mar el 8 de enero de 2019 desde un barco por Niki Nie, una adolescente estadounidense que viajaba con su familia, cuando navegaba entre Vanuatu y las Islas Marshall. "Supongo que, si estás leyendo esto, significa que esta botella ha sobrevivido durante su largo viaje y ha logrado llegar con seguridad a tus manos. ¡Espero que te encuentres bien! Tengo mucha curiosidad por saber adónde llegó esta botella y cuánto tiempo tardó en hacerlo", reza el mensaje.
"Cuando leí la carta, hice todo lo posible para ponerme en contacto con la señorita Nie y pude hacerlo con la ayuda de mi colega. Yo estaba tan emocionado que no podía dormir cuando me dijeron que me encontraría con ella a través de Zoom", manifestó Amos. Durante la conversación, invitó a la joven a visitar las islas cuando se alivien las restricciones de viajes, impuestas por la pandemia.
A su vez, Niki Nie confesó que cuando arrojó la botella, nunca imaginó que pudiera conocer a quien encontrara su mensaje. Tampoco pensó que esta pudiera llegar a las costas de Papúa Nueva Guinea, a unos 2.500 kilómetros del lugar de su lanzamiento. "Solo quería dejar un pedacito, un recuerdo flotando alrededor del océano en el que pasamos tanto tiempo", señaló Nie.