En la provincia turca de Trabzon, sobre el Mar Negro, una perrita llamada Boncuk estuvo estado esperando durante una semana a su dueño a la entrada de un hospital, reporta el diario Hurriyet Daily News.
"Venía por aquí todos los días, alrededor de las 9 de la mañana, esperaba hasta la noche y luego se iba. Nunca entró, sino que esperaba a su dueño afuera", contó Muhammet Akdeniz, un guardia del lugar.
El dueño del animal había sido trasladado de urgencia al hospital el 14 de enero. Boncuk corrió tras la ambulancia y de alguna manera pudo cerciorarse de que era en ese centro médico donde se encontraba. Aunque no se atrevió a entrar, desde entonces esperó cada día frente a las puertas.
"Cada vez que llevábamos a Boncuk de vuelta a casa, ella encontraba la manera de huir y regresar al hospital", explicó la hija.
"A veces abría la ventana y la llamaba por su nombre (...) La perrita ha vivido conmigo durante nueve años. Yo también la extrañé", dijo por su parte el dueño al abandonar el hospital.