Un hato de vacas de una granja en Huizinge, un pueblo del noroeste de Países Bajos, salió por primera vez al exterior este año a disfrutar de la llegada de la primavera. Una pequeña comunidad de habitantes del lugar esperaban ansiosos la reacción de los animales, que habían estado encerrados en un establo durante todo el invierno.
Sin embargo, los rumiantes salieron, miraron a su alrededor y, sin pensarlo dos veces, entraron de nuevo a su refugio. La escena resultó divertida para los testigos, que no pudieron contener las risas ante el inesperado final. "Las vacas pensaron que hacía demasiado frío y regresaron al cálido establo", bromeó Bert Bakker, un usuario de Twitter que compartió una grabación del momento.
Bakker asegura que en ese entonces la temperatura era de 6 °C y, aunque en un principio las vacas se mostraron cobardes frente al clima, terminaron por disfrutar de la intemperie, pues normalmente soportan muy bien el frío. "La hierba fresca y el amplio espacio para moverse las hace saltar de alegría", escribió en un tuit posterior, donde incluyó un video "para aquellos que tuvieran dudas".
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