John Hinkle, un campeón de bolos oriundo de Peoria (Delaware, EE.UU.), logró el pasado 12 de abril una puntuación perfecta en el partido más emotivo y trascendental de su vida, pues jugó con una bola personalizada que contiene las cenizas de su difunto padre, informa WMBD.
Tras la muerte de su progenitor en 2016, Hinkle quiso honrar a quien lo introdujo en este deporte de salón. Para ello, convirtió el orificio del pulgar de una de sus bolas en una suerte de recipiente que rellenó con las cenizas de su padre y cubrió con un vidrio.
El hombre asegura que esta bola de boliche le da la fuerza y la confianza necesaria para lograr los mejores resultados.
Aunque ha alcanzado 'juegos perfectos' en otras ocasiones, es decir, 12 strikes y la puntuación máxima de 300 puntos en un solo juego, la ocasión del pasado lunes fue especial pues su padre 'lo acompañaba'.
Con "piel de gallina", "escalofríos" y lágrimas en los ojos, Hinkle arrojó la bola en la última tanda, derribó los 10 bolos y alcanzó la puntuación máxima.
"Él estaba ahí. Este es el mejor [juego de 300] y, definitivamente, el más difícil. Yo estaba temblando", expresó el hombre. "Es especial. Papá alcanzó 298, 299 [puntos], pero nunca obtuvo 300", añadió.
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