El famoso boxeador estadounidense Mike Tyson, dos veces ganador del título mundial de pesos pesados, confesó en una reciente entrevista con Reuters que durante gran parte de su vida estuvo "en lucha consigo mismo", tratando de sobrellevar un malestar psicológico que lo llevó al borde del suicidio, pero que desde que comenzó a ingerir hongos alucinógenos "se ha curado".
Tyson, que ya tiene 54 años y el pasado noviembre volvió al ring para una pelea de exhibición contra el también veterano del boxeo Roy Jones, aseguró que está experimentando un renacimiento profesional que, en su opinión, es el resultado de la exploración mental y espiritual impulsada por los hongos psilocibios, popularmente conocidos como "mágicos" o "alucinógenos".
"Todos pensaron que estaba loco [cuando] le mordí la oreja a ese tipo", dijo Tyson, en referencia a la pelea de 1997 en la que le arrancó de un mordisco una sección de la oreja a su contrincante, Evander Holyfield. "Hice todas esas cosas, y una vez que descubrí los hongos... toda mi vida cambió".
Si bien la psilocibina (sustancia que se encuentra en los "hongos mágicos") produce cambios en la percepción sensorial y desata desinhibición y euforia en algunas personas, en otras puede causar experiencias negativas, como alucinaciones perturbadoras, ansiedad y pánico. Los efectos varían enormemente en dependencia del individuo, y están influenciados por factores como el estado de ánimo y el metabolismo. Es por ese motivo que los profesionales de la salud no recomiendan su uso fuera de un entorno controlado.
Por su parte, Tyson reconoce que se automedica con esa sustancia y asegura que nunca antes se había sentido mejor.
"Estoy curado", afirma. "Y pensar dónde estaba antes, casi suicida, comparado con esto de ahora. ¿No es la vida un viaje, hombre? Es una medicina asombrosa, y la gente no lo ve desde esa perspectiva".
El boxeador subraya que los seres humanos han estado ingiriendo psicodélicos desde tiempos inmemoriales y que ahora, a medida que los estigmas se disuelven, están empezando a tomarlos en serio como medicina psiquiátrica.
Con el objetivo de promover su uso, Tyson se asoció con la compañía Wesana Health, que se dedica al estudio de lesiones cerebrales traumáticas en atletas e investiga si la psilocibina impacta de forma positiva en la salud cerebral de los boxeadores.
"Creo que esto es bueno para el mundo", concluye Tyson. "Tiene que estar disponible para todos".