Una gata se coló en una granja de alpacas en Países Bajos, despertando la curiosidad de los rumiantes. Cuatro ejemplares se acercaron al peludo visitante, al que examinaron con atención y curiosidad, tal y como se aprecia en un video que recoge el momento del encuentro.
En las imágenes se aprecia cómo gata se pasea despreocupadamente por el recinto con la cola alzada, e incluso mastica un poco de hierba. Eso sí, cuando la felina sintió que las alpacas invadían su espacio personal, emitió un maullido de indignación que dejó perplejos a los herbívoros.
La inesperada visita concluyó de forma pacífica, aunque las alpacas parece que se quedaron sin entender en absoluto la naturaleza de su extraño huésped.
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