El dueño de un Tesla Model X de la ciudad australiana de Perth ha reacondicionado su automóvil eléctrico para equiparlo con una conexión a Starlink, el proyecto de Elon Musk para proveer de servicio de Internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo.
Para ello, el entusiasta instaló por su propia cuenta una antena del tipo platillo en el maletero del vehículo. Y puso a prueba el experimento manejando a toda velocidad.
Según ha asegurado en Twitter Harald Murphy, el autor de la idea, la conectividad alcanza los 200 Mbps (Megabits por segundo) incluso circulando por la autopista a 100 kilómetros por hora.
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