En su recorrido por el cráter Jezero, en Marte, el róver Perseverance de la NASA se topó con dos rocas, cuyas formas llamaron su atención en el amplio intento de determinar si alguna vez hubo vida en el planeta. Mediante su cámara Mastcam-Z, el vehículo robotizado tomó una fotografía del hallazgo, que se convirtió en la imagen de la semana de esa misión a finales de agosto.
La publicación de la instantánea en la cuenta del Perseverance en la red social X (antigua Twitter) provocó una ola de comentarios de los usuarios, muchos de los cuales asociaron la apariencia de una de las formaciones rocosas con la quela o pinza de un cangrejo. Entretanto, otros dijeron que parecía más un grano de café o la cabeza de una tortuga. En lo que respecta a la piedra que estaba a su lado, algunos la compararon con la aleta de un tiburón.
A pesar de que se cree que Marte tuvo ríos y estanques hace miles de millones de años, no hay evidencia de crustáceos y mucho menos de escualos. Claramente, lo avistado por el Perseverance es otra muestra de pareidolia, un fenómeno psicológico que consiste en relacionar ciertos estímulos aleatorios con la forma de objetos familiares.
No es la primera vez que la agencia estadounidense difunde imágenes de ese tipo, es decir, fácilmente asociables con realidades de la vida cotidiana. Quizás el caso más famoso fue el de 1976, cuando la sonda espacial Viking 1 captó una imagen de lo que parecía un rostro humano en la superficie del planeta rojo. La NASA explicó que era el resultado de la combinación del ángulo de iluminación de la luz del Sol y la baja resolución de la fotografía. De cualquier modo, la llamada 'Cara de Marte' generó discusión y se originó otra interpretación de carácter ufológico, que sostenía que era una obra o monumento elaborado por seres de otros planetas.
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