Durante un evento de Halloween organizado este lunes en la Casa Blanca, los dos hijos del secretario de Estado, Antony Blinken, llegaron curiosamente disfrazados.
El niño vestía un atuendo verde similar al que utiliza el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, y su hermana lucía un vestido con los colores de la bandera del país europeo. El 'mini-Zelenski' se acercó al presidente Joe Biden y le pidió unos caramelos. Se desconoce por qué decidieron caracterizar a los niños de esa manera.
A esta celebración anual se unió la primera dama estadounidense, Jill Biden, maquillada como una gata y luciendo orejas y una cola en honor a Willow, la mascota presidencial. Su disfraz fue recibido con entusiasmo por los asistentes, a quienes se les obsequiaron libros y tuvieron la oportunidad de escuchar a Jill leerles historias y cuentos a los niños.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no se quedó atrás y apareció vestida de ángel, con un halo y unas alas. Además, participó en el rincón de lectura organizado por la primera dama en el jardín sur de la residencia presidencial, donde transcurrió la fiesta y que fue decorado para la ocasión.
Se calcula que al evento temático asistieron unas 8.000 personas. Si bien Joe Biden no se disfrazó, dio la bienvenida a los invitados, entre ellos estudiantes de escuelas públicas locales y niños relacionados con el Ejército, y repartió golosinas. El mandatario interactuó con los más pequeños, incluso fingió asustarse ante el desfile de dinosaurios, esqueletos, brujas y superhéroes pidiendo dulces.
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