Las aguas que rodean a la isla italiana San Michele, el cementerio histórico de Venecia, fueron usadas el miércoles como balneario por dos turistas que no contuvieron las ganas de darse un chapuzón enfrente de la única iglesia de la llamada 'isla de los muertos'. Sus acciones quedaron grabadas en un video difundido por la prensa y en redes sociales.
Muchos italianos, que bien comprenden lo que supone tener que lidiar con temperaturas por encima de los 30 grados centígrados en esta época del año, no apreciaron el refrescante pasatiempo de los visitantes a las orillas del cementerio. Más allá de tratarse de un lugar sagrado, nadar en los canales de Venecia está estrictamente prohibido.
Ahora los dos se enfrentan no solo a una multa de 350 euros, sino también a la expulsión de Venecia, de dictarse la orden de traslado inmediato contra los infractores.