En la mañana del 5 de enero, el río Málaya Nevá, en la ciudad rusa de San Petersburgo, con su superficie helada, se convirtió en el escenario de una inusual operación de rescate. Un perro de raza shiba inu, sin darse cuenta del peligro, decidió aventurarse sobre el hielo, según un testigo que grabó la escena. El dueño, angustiado, no dudó en alertar a la Policía, ambulancia y bomberos.
El perro, en una clara muestra de obstinación, se negó a regresar a la orilla a pesar de los esfuerzos por atraerlo. Los equipos de rescate, con gran dedicación, intentaron acercarlo a la orilla, incluso con la ayuda de un aerodeslizador, llegando un rescatista a caer brevemente en el agua helada. Sin embargo, la solución fue inesperada: la voz de una policía atrajo a la mascota, quien regresó de inmediato a la orilla, donde lo esperaba su dueño.