Occidente no es capaz de detener el flujo de ciudadanos a las zonas de guerra en países musulmanes
Las amenazas relacionadas con estas actividades no han disminuido, como quedó demostrado con los atentados en París la semana pasada, y además el flujo de 'reclutas' hacia las zonas de conflicto sigue creciendo.
"El número de personas que van al extranjero para participar en los combates continúa creciendo, y ahora el número de aquellos reclutas en las zonas de combate en Siria e Irak aumenta mensualmente en un millar de personas", asegura el diario citando los últimos datos del Gobierno estadounidense.
En países como Albania, Australia, Bosnia, Francia, Kosovo, Macedonia y Serbia, se han promulgado nuevas leyes antiterroristas o se han modificados otras ya existentes según las cuales es ilegal viajar a combatir en un conflicto extranjero, como los de Yemen, Siria o Irak.
Malasia y Arabia Saudita han emitido prohibiciones a sus ciudadanos para impedirles que se unan al Estado islámico. Las detenciones de personas sospechosas de ser militantes han aumentado en Austria y Marruecos, y combatientes extranjeros han sido procesados recientemente en Alemania y Países Bajos.