Según la agencia espacial estadounidense, citada por medios norteamericanos, la bola de fuego era una roca espacial de casi un metro de diámetro y unos 200 kilogramos de peso.
"La bola de fuego se dirigió hacia el este y desapareció de las cámaras a una altura de 20 kilómetros. Su resplandor era más brillante que el de la luna llena", indicaron los expertos de la NASA.

