Calentamiento global: ¿El capitalismo está destruyendo nuestro planeta?
En la reunión de los líderes mundiales sobre el clima en 2009 en Copenhague, se abrió una profunda brecha entre los países ricos que quieren proteger el clima y los países pobres que están exigiendo que los países ricos paguen por las medidas para combatir el cambio climático. El único acuerdo al que llegaron fue que no debe permitirse el aumento de las temperaturas medias globales en más de 2 grados Celsius en relación con los tiempos preindustriales, recuerda 'Der Spiegel'.
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Sin embargo, en caso de que las emisiones de gases de efecto invernadero continúen como hoy, es probable que el mundo alcance el máximo de 2 grados centígrados en 30 años. De hecho, para tener alguna posibilidad de detener el calentamiento global en 2 grados, las emisiones tendrían que caer un 10% por año a partir de 2017, según Fatih Birol, jefe de la Agencia Internacional de Energía.
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La protección del clima y el capitalismo: ¿se excluyen mutuamente?
"La única manera de que un acuerdo de 2015 pueda alcanzar una meta de 2 grados es cerrar toda la economía mundial", declaró en 2013 Yvo de Boer, exsecretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
¿Podría ser suficiente, sin embargo, cambiar fundamentalmente las reglas por las que funciona la economía global? Según la escritora canadiense Naomi Klein, "no hemos hecho las cosas que son necesarias para reducir las emisiones, porque esas cosas fundamentalmente entran en conflicto con el capitalismo desregulado, la ideología reinante durante todo el período en que hemos estado luchando para encontrar una manera de salir de esta crisis".
En otras palabras, la protección del clima y el capitalismo son mutuamente excluyentes. Para detener el calentamiento global, sostiene Klein, tenemos que usar menos recursos. Pero con el fin de evitar el colapso de nuestro sistema económico capitalista, el crecimiento ilimitado es necesario. "Sólo uno de estos conjuntos de reglas se podría cambiar", escribe Klein, defensora del decrecimiento. "Y no son las leyes de la naturaleza".
¿Hay esperanza de reconciliar la protección del clima y el capitalismo?
Sin embargo, otros especialistas como el profesor alemán Edenhofer creen firmemente que el crecimiento podría ser gestionado de manera que no esté en conflicto con el medio ambiente. Para que eso suceda, es esencial que sea cumplido un criterio importante: "Tenemos que poner el precio correcto al CO2".
Edenhofer argumenta que si el precio del CO2 fuera considerablemente más alto, habría mayor estímulo para invertir en tecnologías bajas en carbono. "El problema no es que estamos cortos de fuentes de energía fósil, sino que no hay suficiente espacio de almacenamiento en la atmósfera. Tenemos que aplicar un precio a esta escasez".
El profesor sostiene que también sería posible reducir las emisiones mediante la restricción del crecimiento como lo propone Naomi Klein. Sin embargo, subraya que la reducción deliberada del crecimiento es la opción más cara.