Las armas que dejaron huella en la Segunda Guerra Mundial
En la Segunda Guerra Mundial surgieron todo tipo de diferentes armas que dieron pie a una nueva tecnología bélica. Los tanques más destacados del conflicto fueron el Tiger alemán y el T-34 soviético, el carro de combate más fabricado durante la Segunda guerra Mundial, aún hoy en uso en algunos países.
Miles de máquinas de guerra se vieron envueltas en 1943 en la batalla de Kursk, el mayor enfrentamiento mecanizado de la historia. Puede decirse que en Kursk se decidió el futuro del Tercer Reich. Sin embargo, no todo se debió a los tanques, ya que también se realizaron importantes avances tras el frente de batalla.
El famoso lanzador múltiple de cohetes 'Katiusha' podía disparar misiles de gran potencia en menos de 10 segundos a una distancia de hasta 5 kilómetros. No en vano, las tropas alemanas lo apodaron como "el órgano de Stalin". Su poder de conmoción y destrucción minó la moral alemana. Puede resultar extraño que una máquina mortífera fuera apodada con un diminutivo mujer pero este nombre fue muy popular durante la guerra (Katiusha es el diminutivo del nombre femenino ruso Yekaterina).
En el frente aéreo destacó el bombardero británico Avro Lancaster y sus análogos. Se trataba de un avión diseñado para transportar y lanzar la mayor cantidad posible de explosivos de 10 toneladas. Además, contaba con la posibilidad de llevar consigo las infames bombas Blockbuster, conocidas por su habilidad de destruir una calle entera. Los bombarderos solían ir en formación, sumando un total de hasta 1000 aeronaves en el aire. Este tipo de armas destruyó la ciudad alemana de Dresde.
Sin embargo, ninguna de estas armas es comparable a la bomba atómica utilizada por primera y última vez durante la Segunda Guerra Mundial, alumbrando con ello una nueva carrera armamentística. Como dijo Albert Einstein: "Desconozco qué armas se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta se usarán palos y piedras".
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