Drama en el desierto: RT muestra la realidad sanitaria de los campamentos saharauis
La crisis saharaui ha pasado de ser una situación humanitaria de emergencia a una crisis prolongada
La deshidratación, la anemia, las infecciones y la diabetes son enfermedades que predominan en los campamentos de refugiados saharauis. Todas ellas derivan de una alimentación deficiente y un sistema precario de almacenamiento de agua. La carencia de personal sanitario es enorme: solo hay 20 médicos para una población estimada de entre 100.000 y 165.000 refugiados. Los centros sanitarios son edificios de adobe, con pequeñas ventanas sin cristales, en los que no hay ni luz ni agua corriente.
SEPA MÁS: "España traicionó a los saharauis y les entregó atados de pies y manos a Marruecos"
El campamento de refugiados de Dajla (Argelia) cuenta con un hospital desde el año 1988: un único centro para atender a miles de personas pese a que su capacidad máxima es de 50 pacientes y a que en él no se pueden realizar intervenciones quirúrgicas. Cualquier cirugía de pequeño alcance solo puede realizarse a 167 kilómetros del lugar. Las mujeres embarazadas mueren por no poder someterse a una cesárea a tiempo.
"No hay una ambulancia de urgencia donde haya oxígeno, son carros que no tienen ninguna de las características de una ambulancia (…) si nos llega un caso que necesita una cura o una sutura, pasamos hora y media buscando si hay bisturí, si hay o no gasas, tijeras", relata Nayem Mahmud, médico del hospital.
SEPA MÁS: Entrevista con Hassana Alia, activista saharaui
A las carencias de personal e instrumentación se le une la falta de medicinas: antibióticos o fármacos esenciales escasean en el dispensario. Hay frecuentes roturas en el stock de vacunas y no siempre se puede cumplir la seguridad de la cadena de frío. La cobertura a los niños no supera el 80%. Existe, por tanto, riesgo de epidemias.
Según Intermon Oxfam, la crisis saharaui ha pasado de ser una situación humanitaria de emergencia a una crisis prolongada. Es decir, existen los mismos elementos de alerta pero existe un desgaste en la percepción del problema por parte de los actores humanitarios y políticos.
En consecuencia, cada vez hay menos envíos solidarios y de menor cantidad. Un ejemplo de ello es la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, uno de los principales financiadores de los saharauis, que ha reducido sólo en 5 años el presupuesto en más de cinco millones de euros.
Este año supone un auténtico desafío para el pueblo saharaui –que lleva 40 años como refugiado en el desierto y sin reconocimiento internacional– teniendo en cuenta la suma de dinero total real que necesita para cubrir sus necesidades: 33 millones de euros.
El doctor Arturo Clavijo, presidente de la Asociación Canaria de Médicos por el Sáhara, afirma que ellos intentan sensibilizar a la comunidad internacional y les piden que echen una mano al pueblo saharáui.