Desclasificado: ¿Qué tenía que ver Thatcher con las armas químicas de Sadam Husein?

Los archivos secretos publicados recientemente por el Ministerio de Exteriores británico han revelado que el gobierno de Margaret Thatcher (1979-1990) decidió no participar en la presión internacional contra el dictador iraquí Sadam Husein, ya que podía perjudicar los intereses del Reino Unido, comunica 'The Daily Mail'.

Según los documentos, los funcionarios británicos recibieron en 1983 a través de la inteligencia estadounidense información de que los iraquíes tenían una planta de gas mostaza al norte del país. Ese material tóxico fue usado por el Ejército de Irak en la guerra contra Irán en los años 80. Más tarde, Thatcher se enteró de que dicha fábrica era construida por un contratista indio que a su vez compraba equipos a una empresa británica. 

Durante las discusiones en la Cancillería del Reino Unido, ese factor fue uno de los más relevantes para decidir no participar en la campaña de otros países occidentales contra la elaboración de armas químicas por parte de Irak. Los datos desclasificados revelan también que el gobierno británico estaba seguro de que era imposible prohibir a Bagdad tener su arsenal químico porque era una acción "discriminatoria."

"Una campaña para prohibir la venta de armas químicas a Irak parece ser muy discriminatoria, por lo menos hasta que estemos seguros de que Bagdad haya violado o quiere violar el Protocolo de Ginebra [de 1925]", reza el informe desclasificado de la Cancillería británica. "Además, los iraquíes podrían legítimamente decir que necesitan las armas químicas como elemento de disuasión, igual que EE.UU."