'El Chapo y otras fugas': conozca las huidas presidiarias más impactantes de la historia
Los cerrajeros de Pretoria
Una de las fugas más increíbles de la historia la protagonizaron tres pesos políticos, Tim Jenkin, Stephen Lee y Alex Moumbaris, durante el Apartheid sudafricano. Para lograr escapar de la cárcel, los tres reos atravesaron diez puertas cerradas con llave sin ser descubiertos. Lo consiguieron al fabricar después de varios meses la ganzúa correspondiente para cada una de las puertas, informa el portal History.
Jack Sheppard y las huidas 'clásicas'
Jack Sheppard, un destacado ladrón británico del Londres de principios del siglo XVIII, logró escaparse cuatro veces de diferentes cárceles del Reino Unido. Aparte de emplear sábanas para descender de su celda, en otra ocasión Sheppard consiguió huir disfrazándose de mujer para engañar a los guardias. Posteriormente, capturado de nuevo, fue atado con pesadas cadenas que abrió usando un clavo torcido que alguien se había dejado en su celda. Finalmente, fue sentenciado a muerte. Se calcula que alrededor de 200.000 personas asistieron a su ejecución.
La primera fuga de una prisión de máxima seguridad en EE.UU. en 150 años
Richard Matt, condenado a 25 años de prisión por secuestro y asesinato, y David Sweat, que debía cumplir cadena perpetua por el homicidio de un comisario, lograron escapar de una prisión de máxima seguridad en la ciudad de Nueva York, EE.UU. Según la Policía, los reclusos perforaron un túnel en su celda, pasaron por canalizaciones internas y salieron por una alcantarilla dejando una nota que decía "que tengáis un buen día".
El 'escurridizo' Choi Gap-bok
Choi Gap-bok, acusado de robo en Corea del Sur, consiguió escapar en 2012 de la cárcel de la ciudad de Daegu. Maestro en la disciplina oriental del yoga, Gap-Bok se untó el cuerpo con aceite y se contorsionó hasta salir por la pequeña apertura que los agentes usaban para introducirle la bandeja con comida en su celda. La apertura tenía unas medidas de solo 13,7 centímetros de alto por 43 centímetros de ancho.
La siniestra huida de Alcatraz
Alcatraz, construida para albergar a los criminales más violentos de EE.UU. en una isla en la bahía de San Francisco, estaba considerada a prueba de fugas. Pero en 1962, Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin lograron escaparse de esta prisión tras realizar un túnel a través de las paredes desgastadas de sus celdas usando cortaúñas, trozos de un ventilador y cucharas. Finalmente se escurrieron a través del sistema de ventilación y escaparon en una balsa hecha de barriles, malla de alambre e impermeables viejos. Se les ha dado por muertos, pero nunca se han hallado sus cuerpos.
Pascal Payet y las fugas de altura
A principios del siglo XXI, el francés Pascal Payet cumplía una condena de 30 años en la prisión de Luynes hasta que logró escapar en 2001 nada más y nada menos que en helicóptero. La jugada pilló tan desprevenida a la Policía francesa que el recluso escapó volando de allí sin ningún problema. El bochorno que sintieron las autoridades fue de tal magnitud que no se filtraron detalles de la huida a la prensa. Años más tarde, Payet volvió a repetir la hazaña pero esta vez yendo al rescate de otros tres reclusos. Tras ser detenido y encarcelado de nuevo, en 2007 otro helicóptero se desplazó hasta la prisión y volvió a llevárselo del lugar.
Los 'Texas Seven'
'Texas Seven' fue un grupo de prisioneros que se fugó de la cárcel de máxima seguridad John Connally Unit de Texas en 2000. Lo logró mediante la reducción de los guardias que interferían en su camino hasta llegar a un camión de suministros que iba a abandonar el establecimiento. A las cinco semanas, la Policía logró detener a seis de los siete integrantes del grupo. Uno de ellos murió durante la captura.