"Alemania quiere convertir Europa en su esfera de influencia"
Lo que cambió aquella noche fue la Alemania que los europeos han conocido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Según Fischer, en la superficie, las negociaciones versaban sobre la necesidad de evitar la salida de Grecia de la zona euro. Sin embargo, en un nivel más profundo, lo que estaba en juego era el papel que debe desempeñar en Europa su país más poblado y económicamente más potente.
La posición de Alemania en las negociaciones anunció su deseo de transformar la zona euro en algo así como una esfera de influencia
La de la vía que Alemania recorrerá en el siglo XXI —hacia una 'Alemania europea' o una 'Europa alemana'— ha sido la cuestión histórica fundamental de la política exterior alemana durante dos siglos y se le dio respuesta durante aquella larga noche en Bruselas, al prevalecer la 'Europa alemana' sobre la 'Alemania europea'.
"Por primera vez, Alemania no quería más Europa, sino menos. La posición de Alemania en la noche del 12 al 13 de julio anunció su deseo de transformar la zona euro de un proyecto europeo en algo así como una esfera de influencia. Merkel se vio obligada a elegir entre Schäuble y Francia (e Italia)", comenta el experto.
La cuestión era fundamental: su ministro de Hacienda quería obligar a un miembro de la zona euro a abandonar 'voluntariamente', ejerciendo una presión muy intensa. Grecia podía o salir o aceptar un programa que la convierte en un protectorado europeo, sin esperanza alguna de mejora económica. Ahora Grecia está sometida a una cura —una austeridad mayor— que no ha dado resultado en el pasado y que se prescribió exclusivamente para abordar las necesidades políticas internas de Alemania, señala Joschka Fischer.