¿El Estado Islámico es un Gobierno a pleno rendimiento o solo una banda de matones despiadados?

"Estos procesos tienen definitivamente un valor real de propaganda y hay evidencias concretas que apoyan la reivindicación del Estado Islámico de ser un Estado en pleno funcionamiento y no un simple grupo armado", afirma a RT Mara Revkin, estudiante de doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Yale (EE.UU.).

La experta sostiene que el hecho de que el grupo posea tarjetas de identificación cumple varias funciones, como facilitar la recaudación de impuestos, seleccionar a los combatientes potenciales o identificar a los profesionales cualificados.

Por su parte, Andrew March, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad de Yale (EE.UU.), sugiere que la organización "es un grupo que está absolutamente comprometido con el desarrollo de un Estado y su expansión", y que "el aparato burocrático y la organización son esenciales tanto para su misión ideológica a largo plazo como para su estrategia de gobernanza a corto plazo".

¿Cuál es la clave del éxito de la expansión del EI?

"El grado en el que el Estado Islámico se expande y controla nuevos territorios no depende tanto de las acciones de los actores externos como la coalición, sino principalmente del éxito de ganar el apoyo y la cooperación de la población civil en las zonas que ya controla y gobierna", sostiene Revkin, añadiendo que si la población se negara a pagar impuestos o a prestar apoyo material el grupo yihadista se enfrentaría a mucha resistencia en las áreas de control y, por lo tanto, no le resultaría tan fácil expandirse.

La experta señala que multitud de refugiados sirios le han contado que "el Estado Islámico se mueve muy rápido para restablecer los servicios básicos y compensar a los civiles cuya propiedad ha sido dañada en los ataques aéreos", y cita acciones como la distribución de servicios y la reconstrucción de la infraestructura básica, y sostiene que para el grupo yihadista estas medidas son una "prioridad".

Así, Revkin sostiene que la coalición internacional liderada por EE.UU. ha de reconsiderar su estrategia en la región ya que "debe prestarse más atención a la función del apoyo civil" y cita el ejemplo de Siria, donde "hay una percepción generalizada" en las áreas controladas por el Estado Islámico de que los ataques aéreos de la coalición están haciendo más daño a la población que el propio grupo terrorista.