Las 5 victorias estratégicas obtenidas por China con su gran desfile militar
El desfile fue un éxito y, pese a las suspicacias de algunos observadores internacionales y países, fue una clara demostración de poderío militar del gigante asiático.
En primer lugar, el desfile militar demostró que Xi Jinping es el líder indiscutible en China y que controla firmemente su poder militar, pese a que algunas especulaciones recientes afirman que su posición se ha debilitado por las dificultades del mercado de valores y la desaceleración de la economía, señala Chen. Esto es particularmente importante, ya que Xi Jinping impulsa algunas reformas organizativas de gran calibre dentro del Ejército chino "para hacer de este ejército uno verdaderamente moderno, capaz de defender los intereses nacionales de China", agrega el analista en un artículo publicado en 'The Diplomat'.
China ya no es un país débil como lo fue hace 100 años
En segundo lugar, otro importante logro interno fue la actitud "abrumadoramente positiva" mostrada hacia el desfile militar por el pueblo chino. Y esto es así gracias a que la mayoría de los chinos se reencontraron con el orgullo y la dignidad nacional en el desfile militar, y ahora sienten que "China ya no es un país débil como lo fue hace 100 años", resalta el experto. El desfile militar, desde esta perspectiva, fue un momento de triunfo nacional para el pueblo.
En tercer lugar, el desfile también lanza un mensaje al exterior. Como muchos analistas militares han señalado acertadamente, la visualización de misiles avanzados, incluyendo una serie de misiles DF, "es una señal clara y fuerte de que China posee ahora una gama completa de sistemas avanzados para destruir objetivos valiosos de un enemigo potencial", dice Chen, agregando que la brecha de las capacidades militares entre China y EE.UU. se está reduciendo "rápidamente" a favor de China.
Los avances militares de China no representan una amenaza
Aunque, en cierto sentido, fue una sorpresa, el desfile ha reducido las sospechas sobre las intenciones futuras de China que tenían algunos países, en especial después de que Xi Jinping anunciara que reduciría sus tropas en 300.000 efectivos. "Este gesto es una prueba más de que los avances militares de China no representan una amenaza para otros países de Asia e incluso para Estados Unidos", asegura Chen. "El recorte de 300.000 tropas es una manera inteligente de enviar un mensaje de tranquilidad a los vecinos asiáticos, con la esperanza de que este gesto sea correspondido por ellos".
Otro factor importante, según el autor, es que, a pesar de que grandes potencias occidentales se negaron a enviar a sus presidentes y primeros ministros al desfile de Pekín, hubo un apoyo positivo por parte de Rusia y Corea del Sur, dos importantes potencias regionales. Chen consiera "particularmente interesante" que asistiera al desfile la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. Hubo incluso quienes hablaron de una posible alianza entre Pekín y Seúl en el futuro, algo que pude ser prematuro en este momento, pero que "es en sí mismo un avance significativo en las relaciones entre China y Corea del Sur", sostiene el analista.