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Duelo de 'invencibles': El tanque ruso T-14 Armata contra el M1 Abrams de EE.UU.

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Tras el final de la Guerra Fría y la desintegración de la Unión Soviética, Rusia siguió desarrollando nuevos vehículos blindados, como el tanque T-14 Armata, mientras que EE.UU. apostó por modificar el armamento ya comprobado, incluido el carro de combate M1 Abrams. ¿Cuál país hizo una elección más correcta?
Duelo de 'invencibles': El tanque ruso T-14 Armata contra el M1 Abrams de EE.UU.

Los vehículos blindados de la URSS son relativamente simples, extremadamente resistentes y fueron producidos en cantidades masivas, recuerda el experto militar Dave Majumdar en su nuevo artículo para 'The National Interest'. Sin embargo, el T-14 Armata parece ser una excepción a la manera tradicional de Rusia de construir tanques.

En vez de un diseño simple, el T-14 está equipado con una serie de herramientas muy avanzadas que no han sido implementadas en vehículos de este tipo de ningún país, escribe el autor. Por otra parte, el Ejército ruso prestó más atención a la seguridad de los tripulantes para quienes el Armata dispone de una cápsula blindada, mientras que la torreta y el fuego se controlan de manera remota. De este modo, la estructura del tanque ruso multiplica de manera significante la supervivencia de su tripulación.

Sin embargo, el control remoto de la torreta representa también algunos inconvenientes, ya que la tripulación depende por completo de la electrónica, apunta Majumdar. En el caso de que el vehículo reciba daños durante el combate, la misma puede dejar de funcionar. En ese caso el tanque es manejable, pero incapaz de realizar disparos.

Comparando al Armata con la versión modernizada del M1 Abrams norteamericano, todavía no se puede afirmar con claridad cuál de los dos es mejor, afirma el experto. La próxima modernización del vehículo de EE.UU., el M1A3, será todavía más móvil, mientras que su cañón de ánima lisa de 120mm, más ligero.

Por otro lado, los nuevos proyectiles guiados permitirán al Abrams atacar objetivos a gran distancia. Pero el Armata también está equipado con los mismos, por lo tanto es solo cuestión de quién dispara el primero. El tanque que ve al enemigo primero casi siempre gana la batalla, sostiene Majumdar.

Para concluir, el autor destaca que el Armata inevitablemente tendrá algunos problemas iniciales a la hora de la implementación en el Ejército. Además, surge la cuestión de si Rusia encontrará o no recursos económicos para producir gran cantidad de estos vehículos blindados. Sin embargo, de resolver estas cuestiones, el T-14 será un arma "temible", concluye Majumdar.

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