Instituto Cato: La actitud de EE.UU. hacia Rusia es "ineficaz y provocadora"
Estados Unidos debería dejar de tratar a Rusia como un enemigo, afirma el analista Ted Galen Carpenter en su artículo publicado en la página web del Instituto Cato, una fundación de estudios públicos con sede en la capital estadounidense.
Desde el punto de vista del analista, la reunión de los presidentes de Rusia y Estados Unidos al margen del actual período de sesiones de la Asamblea General de la ONU terminó en un fracaso. El ambiente era 'gélido' y los dos líderes utilizaron sus discursos para lanzarse ataques verbales mutuamente.
Según Carpenter, las recientes declaraciones de las autoridades estadounidenses oponiéndose al aumento de la presencia rusa en Siria ponen de relieve que cualquier manifestación de la influencia geopolítica de Rusia fuera de sus límites causa indignación en Washington, incluso cuando esta influencia le supone a Estados Unidos un beneficio indirecto, añade el experto.
Carpenter señala que ambas partes son responsables del deterioro de las relaciones mutuas, pero subraya que la mayor culpa recae sobre la "torpe" política de Washington hacia Moscú. Y añade que los problemas en este sentido comenzaron mucho antes de que la situación de la península de Crimea escalara, señaló.
En particular, Moscú se resintió profundamente de la decisión de la OTAN de expandirse en Europa central y oriental, especialmente cuando implicó a las repúblicas bálticas en 2004. "Los legisladores rusos creen con razón que la ampliación de la OTAN violó las promesas que Estados Unidos y sus aliados hicieron cuando el Kremlin accedió a que una Alemania unida perteneciera a la OTAN", recordó.
El brusco deterioro de relaciones en el último año y medio se debe al apoyo de EE.UU. y la UE al golpe de Estado en Kiev, por lo que no es algo repentino e impredecible, expresa Carpenter. Según él, se trata de "la culminación de las tendencias" que se han venido desarrollando en los últimos 20 años.
Carpenter criticó a la élite occidental porque percibe a la Rusia moderna como una potencia expansionista, como la Unión Soviética. Desde el punto de vista del analista, la actual política de Rusia puede calificarse de "defensiva", enfocada a mantener su influencia a lo largo de las fronteras del país.