¿Cómo una llamada telefónica paralizó el juicio del 11-S por más de un año?
Ramzi bin al Shibh pidió a sus abogados enviar un mensaje a su familia. Los letrados accedieron a la petición y encargaron la tarea al traductor, quien realizó una llamada a Yemen desde un teléfono de Guantánamo y mantuvo una conversación de cinco minutos con el hermano de Bin al Shibh, informa Reuters.
Cuando en abril del 2014 los funcionarios estadounidenses se enteraron de la llamada, se inició una verdadera caza de brujas contra los abogados con el pretexto de haber violado los protocolos de seguridad de la prisión y por temor a que el recluso hubiera transmitido un mensaje codificado para operativos de Al Qaeda en la nación árabe.
A los reclusos de Guantánamo se les permite comunicarse con sus familiares a través de cartas, llamadas telefónicas y videoconferencias supervisadas por oficiales militares. Pero el incidente con la llamada telefónica solo ha complicado aún más la ya difícil situación judicial en la que se encuentran los procesados en las cortes militares que llevan el caso.
Sin embargo, aseguran los abogados de Bin al Shibh que este en su mensaje solo incitó a su hermano para que aliente a su hijo a "estudiar mucho en la escuela". Esta versión también ha sido corroborada por funcionarios gubernamentales, quienes indicaron que la conversación parece haber sido inofensiva, pero que se ha hecho "mucho ruido para sacar pocas nueces".