Roubini explica cómo la crisis generada por Occidente en Oriente Medio cambiará el mundo
De los tres países involucrados inicialmente en la primavera árabe, "Libia se ha convertido en un Estado fallido, Egipto se ha vuelto un régimen autoritario, y Túnez está siendo desestabilizado económica y políticamente por los ataques terroristas", escribe Roubini en el portal 'Project Syndicate'.
Además, el experto señala que ahora "la violencia y la inestabilidad del norte de África se está extendiendo al África subsahariana" y que "ahora, como en Libia, las guerras civiles están en su apogeo en Irak, Siria, Yemen y Somalia, que cada vez más se parecen a Estados fallidos".
Así, la crisis que se vive en la región, "a la que EE.UU. y sus aliados ayudaron a alimentar, en su búsqueda de un cambio de Gobierno en Irak, Libia, Siria, Egipto y otros países, también está socavando a Estados previamente seguros", opina Roubini.
Un Oriente Medio en llamas puede desestabilizar el mundo de muchas maneras
"Un Oriente Medio en llamas puede desestabilizar el mundo de muchas maneras", dice el economista y nombra tres posibles consecuencias del caos en la región. "En primer lugar, algunos de estos conflictos todavía pueden dar lugar a la interrupción real de los suministros de crudo, como ya ocurrió en los años 1973, 1979 y 1990. En segundo lugar, las guerras civiles que convierten a millones de personas en refugiados desestabilizarán a Europa económica y socialmente, lo que afectaría seriamente la economía mundial", explica Roubini.
El tercer posible riesgo consiste en que "la miseria prolongada y desesperanza de millones de jóvenes árabes crearán una nueva generación de yihadistas desesperados que culparán a Occidente por su desesperación". El economista advierte que "algunos de ellos van a encontrar su camino a Europa y EE.UU. y realizar ataques terroristas".
Por lo tanto, si Occidente sigue aplicando solo medios militares en Oriente Medio, "la inestabilidad de la región solo empeorará". Además, ese escenario va a tener su impacto en "EE.UU. y Europa, y por ello en toda la economía global, para las próximas décadas".