Mujer cuyo jefe le respondía repetidamente "ahora no, Stacey" gana batalla legal por discriminación sexual y podría recibir casi 5 millones de dólares
Stacey Macken, oriunda de Fulham (Londres, Reino Unido), demandó al banco BNP Paribas por casi 5 millones de dólares (4 millones de libras esterlinas) por haber sido menospreciada por su jefe y compañeros durante años y recibir menor sueldo que sus colegas masculinos, informan medios locales.
Macken fue contratada en el año 2013 con un sueldo anual aproximado de 148.000 dólares, mientras que un colega que tenía las mismas responsabilidades y que había sido contratado para el mismo puesto, ganaba aproximadamente 197.500 dólares, publicó Metro News.
La querellante presentó quejas internas en relación con su salario y bonificaciones, además de por cómo era tratada por su jefe y colegas del sexo opuesto, pero al no recibir ninguna respuesta satisfactoria finalmente decidió llevar su caso a los juzgados.
La demanda
Finalmente presentó una querella por salarios desiguales, discriminación sexual, victimización y acoso ante el tribunal y pidió una compensación por los hechos y pagos atrasados.
Macken afirmó haber estado expuesta a un comportamiento sexista por parte de su jefe Matt Pinnock y aseguró al tribunal que este a menudo contestaba el teléfono con las palabras "hola, careculo" y "hola sexy" e incluso le hacía Macken comentarios íntimos desagradables.
Burlas
También contó que sus colegas dejaron un sombrero de bruja sobre su escritorio, luego de que su jefe y un grupo de trabajadores estuvieran bebiendo alcohol en la noche de Halloween.
Otro jefe, Denis Pihan, fue acusado de degradar a Macken, respondiendo habitualmente con la frase "ahora no, Stacey" cuando ella intentaba hablar con él. Dicha frase fue repetida constantemente, por lo que fue incluso usada por sus demás colegas a modo de burla.
El fallo
Finalmente el Tribunal de Empleo del Centro de Londres falló a favor de Macken en relación a sus reclamos de salarios desiguales, discriminación sexual y victimización, pero sus reclamos de acoso fueron desestimados. Sin embargo, el monto exacto que recibiría en compensación en su demanda de casi 5 millones de dólares aún no ha sido determinado.
"Dejar un sombrero de bruja en el escritorio de una empleada, en un entorno de trabajo predominantemente masculino, fue un acto inherentemente sexista que potencialmente refleja la naturaleza del entorno de trabajo para la demandante y el enfoque que se adoptó para las mujeres", dice el fallo, recogido por medios locales.