Descubren una prótesis única de hace 300 años, hecha de oro, cobre y lana

Una investigación arqueológica realizada en 2017 y 2018 en la iglesia de San Francisco de Asís en Cracovia encontró los restos de un hombre con el paladar hendido que murió en el siglo XVIII a la edad de 50 años.

En la boca del difunto los científicos descubrieron una prótesis médica única hecha de lana y metales preciosos, que fue diseñada para ayudarlo a vivir más cómodamente con su patología, según un informe del descubrimiento publicado en abril de este año en el Journal of Archaeological Science: Reports.

El paladar hendido es una anomalía congénita en la que el paladar duro no se cierra por completo durante el desarrollo embrionario y permanece hendido. A través de este orificio, la comida de la boca ingresa a la cavidad nasal y, además, se alteran los procesos de deglución, respiración y habla. Hoy en día, los bebés que nacen con esa anomalía se someten a una cirugía que consiste en suturar la hendidura. Sin embargo, en el siglo XVIII esa opción no existía y las personas con paladar hendido tenían que sufrir por el resto de sus vidas.

Los investigadores del Instituto de Inmunología y Terapia Experimental Hirszfeld de Polonia explican que el inusual implante consiste en una almohadilla de lana cosida a una placa de cobre y oro de 3,1 centímetros de largo y 5,5 gramos de peso.

Lo más plausible es que los metales preciosos se añadieran a la aleación por sus propiedades antimicrobianas. Además, la lana se impregnó con yoduro de plata para prevenir el desarrollo de infecciones.

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"Es probablemente el primer descubrimiento de este tipo no solo en Polonia sino también en Europa. No existen tales dispositivos en colecciones institucionales y privadas (polacas y extranjeras)", dijo  a Live Science Anna Spinek, antropóloga del Instituto Hirszfeld y primera autora del estudio.

El paladar artificial impide que las sustancias de la boca entren en la cavidad nasal y también ayuda a tragar, respirar y hablar.

Spinek indica que trabajos del siglo XVI sugieren el uso de combinaciones de algodón, cera, oro, plata, lana y esponjas para cerrar hendiduras orofaciales. Estos raros aparatos eran únicos y hechos a medida por los dentistas. Al estar elaborados con metales preciosos y para un individuo concreto, solo las personas de las clases sociales más ricas podían permitirse el lujo de adquirirlos, explica la científica.