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Un tribunal de Suecia declara inocente al asesino en serie más famoso del país
Sture Bergwall, condenado hace décadas por haber matado brutalmente a ocho personas -por lo que es conocido como el 'Hannibal Lecter sueco'-, ha sido declarado inocente.
El miércoles fue retirado el último de sus cargos, el asesinato de una adolescente de 15 años que desapareció en Suecia en 1976, tras comprobarse que Bergwall había confesado su culpabilidad de este asesinato, igual que en todos los demás casos, estando bajo los efectos de las drogas que le administraban en la clínica psiquiátrica.
Con la toma de los medicamentos y las conversaciones con los doctores, Bergwall notó que cuanto más macabras eran las historias que contaba, con más interés le escuchaban. Empezó a inventar historias espeluznantes sobre los traumas que vivió en su familia. "¿Y qué dirá usted si le confieso que hice algo muy malo?", preguntó él una vez a su doctora.
Desde entonces y hasta el año 2001 confesó en total haber violado, matado y comido los restos de más de 30 personas, por lo que se ganó su apodo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se descubrió que no era cierto, algunas de sus 'victimas' incluso aparecieron sanas y salvas. En los ocho casos sus confesiones fueron la única prueba de su 'culpabilidad'.
En 2001 un nuevo doctor en su clínica decidió revisar su condición y descubrió que la cantidad de benzodiazepinas que le daban era demasiado grande. Cuando le terminaron de dar la droga, cesaron sus fantasías horribles, dejó de confesar y unos años después se retractó de todas sus confesiones.
Bergwall, ahora de 63 años de edad, podría salir en libertad dentro de dos a cuatro meses, cuando los doctores terminen de examinar su salud mental. Por el momento se va a quedar en la clínica psiquiátrica Säter, donde lleva 22 años.
"¿Y si le digo que hice algo muy malo?"
Bergwall, que fue detenido a principios de los años 90 por un robo armado en un banco, se sentía muy deprimido y quería "ser otra persona", cuenta él mismo a los medios. Por eso consintió la terapia psiquiátrica.Con la toma de los medicamentos y las conversaciones con los doctores, Bergwall notó que cuanto más macabras eran las historias que contaba, con más interés le escuchaban. Empezó a inventar historias espeluznantes sobre los traumas que vivió en su familia. "¿Y qué dirá usted si le confieso que hice algo muy malo?", preguntó él una vez a su doctora.
Desde entonces y hasta el año 2001 confesó en total haber violado, matado y comido los restos de más de 30 personas, por lo que se ganó su apodo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se descubrió que no era cierto, algunas de sus 'victimas' incluso aparecieron sanas y salvas. En los ocho casos sus confesiones fueron la única prueba de su 'culpabilidad'.
En 2001 un nuevo doctor en su clínica decidió revisar su condición y descubrió que la cantidad de benzodiazepinas que le daban era demasiado grande. Cuando le terminaron de dar la droga, cesaron sus fantasías horribles, dejó de confesar y unos años después se retractó de todas sus confesiones.
Fallo del sistema
"Es un fallo del sistema jurídico entero de Suecia", dijo el abogado y fiscal principal Anders Perklev. "Que una persona fuera condenada por ocho asesinatos y después fuera declarada inocente no ha pasado nunca en la historia del país".Bergwall, ahora de 63 años de edad, podría salir en libertad dentro de dos a cuatro meses, cuando los doctores terminen de examinar su salud mental. Por el momento se va a quedar en la clínica psiquiátrica Säter, donde lleva 22 años.
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