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Madrid: Amenazan con derribar el hogar de tres familias para ampliar una acera
La familia Gracia González vive desde hace 56 años en una casa de planta baja del barrio madrileño de Tetuán. El edificio, donde viven tres generaciones (padres, dos hijas con sus parejas y 4 nietos) podría ser demolido por orden del Ayuntamiento.
Según un plan urbanístico del 2004, el Ayuntamiento pretende derribar la vivienda, supuestamente debido a que 5,98 metros cuadrados del inmueble interfieren en el nuevo diseño de la acera. En pocas palabras: van a dejar a una familia sin su hogar para ampliar una acera.
Desde la aprobación de ese plan, la familia lucha sin descanso para conservar su hogar. Los diferentes recursos y medidas cautelares han sido desestimados en todas las instancias, por lo que la vía judicial se ha agotado.
Los Gracia González consiguieron suspender el primer intento de desalojo en septiembre de 2012 gracias a su abogada. Sin embargo, un mes más tarde una funcionaria, dos policías y un hombre que se negó a identificarse se presentaron a la casa. Aporrearon la puerta y trataron de desalojarlos sin orden judicial, alegando que no la necesitaban. La familia se negó a marcharse y acudió al grupo de Vivienda de la asamblea popular del barrio de Tetuán.
Ahora, tras casi una década de lucha, el Ayuntamiento ha hecho saber su decisión final: ha notificado a la familia, con tan solo nueve días de antelación, que hasta el 14 de agosto de 2013 tiene tiempo de "trasladar sus muebles y enseres". En caso contrario, la Administración desahuciadora podrá recurrir a las "Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" para garantizar el cumplimiento de la orden.
Diversos colectivos sociales y vecinos están actuando contra el derribo y el desahucio. Exigen que no se expulsen tres familias del barrio con fines especulativos.
Solo viendo las imágenes del barrio el motivo salta a la vista: detrás de la casa hay un solar que, si el inmueble acaba derribándose, se convertiría en un amplio terreno urbanizable en la calle Ofelia Nieto. Esta vía se encuentra en una zona conocida por haber experimentado un fuerte proceso de remodelación los últimos años.
El futuro del terreno expropiado podría ser similar al del que se encuentra justo en frente de la casa, una parcela que lleva más de cinco años con un cartel de 'se vende'. Parece ser que la demolición de la casa ofrecería una oportunidad para hacer negocio. Y los beneficios resultantes de derribar la vivienda y construir un nuevo bloque irían exclusivamente a manos privadas.
El Ayuntamiento ofrece una indemnización que la familia Gracia González considera ridícula. Ellos solo quieren que les dejen vivir en paz en la casa en la que llevan más de medio siglo.
Desde la aprobación de ese plan, la familia lucha sin descanso para conservar su hogar. Los diferentes recursos y medidas cautelares han sido desestimados en todas las instancias, por lo que la vía judicial se ha agotado.
Los Gracia González consiguieron suspender el primer intento de desalojo en septiembre de 2012 gracias a su abogada. Sin embargo, un mes más tarde una funcionaria, dos policías y un hombre que se negó a identificarse se presentaron a la casa. Aporrearon la puerta y trataron de desalojarlos sin orden judicial, alegando que no la necesitaban. La familia se negó a marcharse y acudió al grupo de Vivienda de la asamblea popular del barrio de Tetuán.
Ahora, tras casi una década de lucha, el Ayuntamiento ha hecho saber su decisión final: ha notificado a la familia, con tan solo nueve días de antelación, que hasta el 14 de agosto de 2013 tiene tiempo de "trasladar sus muebles y enseres". En caso contrario, la Administración desahuciadora podrá recurrir a las "Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" para garantizar el cumplimiento de la orden.
Diversos colectivos sociales y vecinos están actuando contra el derribo y el desahucio. Exigen que no se expulsen tres familias del barrio con fines especulativos.
¿Cuál es el verdadero motivo del derribo?
Solo viendo las imágenes del barrio el motivo salta a la vista: detrás de la casa hay un solar que, si el inmueble acaba derribándose, se convertiría en un amplio terreno urbanizable en la calle Ofelia Nieto. Esta vía se encuentra en una zona conocida por haber experimentado un fuerte proceso de remodelación los últimos años.
El futuro del terreno expropiado podría ser similar al del que se encuentra justo en frente de la casa, una parcela que lleva más de cinco años con un cartel de 'se vende'. Parece ser que la demolición de la casa ofrecería una oportunidad para hacer negocio. Y los beneficios resultantes de derribar la vivienda y construir un nuevo bloque irían exclusivamente a manos privadas.
El Ayuntamiento ofrece una indemnización que la familia Gracia González considera ridícula. Ellos solo quieren que les dejen vivir en paz en la casa en la que llevan más de medio siglo.
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