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Tres posibles escenarios de una guerra entre Rusia y EE.UU.
El fracaso del 'reinicio' en las relaciones entre Moscú y Washington, el aumento de los desacuerdos, así como la lucha por las zonas de influencia en el mundo, da pie a hipótesis sobre una confrontación militar entre los dos antiguos enemigos.
El factor nuclear ya no sirve como garantía de paz, escribe el analista político Valeri Alexéyev en su artículo para el portal del Consejo Ruso para las Relaciones Internacionales.
"La experiencia de la Primera Guerra Mundial probó la posibilidad del uso limitado de armas de destrucción masiva y la experiencia de la Segunda, demostró que es posible una guerra sin el uso de armas químicas. La perspectiva de usar armas nucleares de manera restringida no es algo increíble, recordando Hiroshima y Nagasaki", afirma el autor. El analista sugiere varios posibles escenarios de confrontación militar entre Rusia y EE.UU.
Las tendencias de los últimos cinco años favorecen este escenario. Entre ellas se encuentra la suspensión completa de las negociaciones entre Moscú y Tokio sobre las islas Kuriles el rechazo a alcanzar un compromiso por ambas partes, las tensiones por la visita del entonces presidente ruso Dmitri Medvédev a las islas en disputa y la aprobación por el Parlamento nipón de una ley que considera esa zona como "ocupada".
La compra por parte de Rusia de portahelicópteros franceses de clase Mistral muestra la importancia que otorga Moscú a la guerra marítima. El conflicto podría comenzar con la declaración unilateral de Japón de su soberanía sobre los llamados 'territorios norteños' y el desembarco de varios miles de japoneses civiles en las islas.
La reacción de Moscú supondría una operación militar restringida para imponer la paz a Tokio. Japón es un fuerte enemigo cuya flota de superficie es comparable si no superior a la rusa en la zona del Pacífico.
Sin embrago, la intervención de la aviación rusa, particularmente de la estratégica, no deja lugar a dudas sobre la victoria rusa sobre Japón si no interviene su aliado, EE.UU.
Pese a la falta de pruebas sobre la rentabilidad de la extracción de hidrocarburos en el océano ártico, los poderes presentes en la zona vienen intercambiando gestos agresivos.
En 2002, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU devolvió la solicitud rusa sobre la expansión de su plataforma ártica demandando más pruebas de que las cordilleras submarinas Lomonosov y Mendeléiev (que se extienden más allá de los límites de la plataforma continental rusa oficial) realmente pertenecen al continente.
Está previsto que Moscú presente la solicitud modificada en 2014. El rechazo de la solicitud podría generar más tensión sobre la zona.
Dada la tendencia de Moscú a un diálogo paciente con los países escandinavos, teóricamente es más probable una confrontación entre Rusia y Canadá. El diálogo permanece suspendido desde 2002 y los medios rusos cosideran la posición de Canadá como "antirrusa". EE.UU. podría presentar su injerencia en el conflicto como esfuerzos para frenar la expansión rusa.
En esta región Moscú y Washington no carecen de disputas territoriales: la frontera en el mar de Bering, el estatus del mar de Ojotsk (no reconocido por EE.UU. como un mar interno ruso), la falta de demarcación en las zonas de la plataforma continental del estrecho de Bering y la ambigüedad de la frontera en el mar de Chukotka.
Además, EE.UU. no reconoce el estatus de la Vía Marítima del Norte como una arteria interna de transporte rusa ni abandona sus pretensiones sobre el archipiélago De Long. Una fuente adicional de conflicto podría ser el apoyo por parte de EE.UU. a las tendencias separatistas en Oriente Lejano. Para EE.UU. este escenario sería parte de un plan mayor para la desintegración de la Federación de Rusia.
"La experiencia de la Primera Guerra Mundial probó la posibilidad del uso limitado de armas de destrucción masiva y la experiencia de la Segunda, demostró que es posible una guerra sin el uso de armas químicas. La perspectiva de usar armas nucleares de manera restringida no es algo increíble, recordando Hiroshima y Nagasaki", afirma el autor. El analista sugiere varios posibles escenarios de confrontación militar entre Rusia y EE.UU.
Conflicto territorial entre Japón y Rusia
Las tendencias de los últimos cinco años favorecen este escenario. Entre ellas se encuentra la suspensión completa de las negociaciones entre Moscú y Tokio sobre las islas Kuriles el rechazo a alcanzar un compromiso por ambas partes, las tensiones por la visita del entonces presidente ruso Dmitri Medvédev a las islas en disputa y la aprobación por el Parlamento nipón de una ley que considera esa zona como "ocupada".
La compra por parte de Rusia de portahelicópteros franceses de clase Mistral muestra la importancia que otorga Moscú a la guerra marítima. El conflicto podría comenzar con la declaración unilateral de Japón de su soberanía sobre los llamados 'territorios norteños' y el desembarco de varios miles de japoneses civiles en las islas.
La reacción de Moscú supondría una operación militar restringida para imponer la paz a Tokio. Japón es un fuerte enemigo cuya flota de superficie es comparable si no superior a la rusa en la zona del Pacífico.
Sin embrago, la intervención de la aviación rusa, particularmente de la estratégica, no deja lugar a dudas sobre la victoria rusa sobre Japón si no interviene su aliado, EE.UU.
Guerra en el Ártico: Rusia se enfrenta a Canadá
Pese a la falta de pruebas sobre la rentabilidad de la extracción de hidrocarburos en el océano ártico, los poderes presentes en la zona vienen intercambiando gestos agresivos.
En 2002, la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU devolvió la solicitud rusa sobre la expansión de su plataforma ártica demandando más pruebas de que las cordilleras submarinas Lomonosov y Mendeléiev (que se extienden más allá de los límites de la plataforma continental rusa oficial) realmente pertenecen al continente.
Está previsto que Moscú presente la solicitud modificada en 2014. El rechazo de la solicitud podría generar más tensión sobre la zona.
Dada la tendencia de Moscú a un diálogo paciente con los países escandinavos, teóricamente es más probable una confrontación entre Rusia y Canadá. El diálogo permanece suspendido desde 2002 y los medios rusos cosideran la posición de Canadá como "antirrusa". EE.UU. podría presentar su injerencia en el conflicto como esfuerzos para frenar la expansión rusa.
Conflicto en el Pacífico: enfrentamiento directo con EE.UU.
En esta región Moscú y Washington no carecen de disputas territoriales: la frontera en el mar de Bering, el estatus del mar de Ojotsk (no reconocido por EE.UU. como un mar interno ruso), la falta de demarcación en las zonas de la plataforma continental del estrecho de Bering y la ambigüedad de la frontera en el mar de Chukotka.
Además, EE.UU. no reconoce el estatus de la Vía Marítima del Norte como una arteria interna de transporte rusa ni abandona sus pretensiones sobre el archipiélago De Long. Una fuente adicional de conflicto podría ser el apoyo por parte de EE.UU. a las tendencias separatistas en Oriente Lejano. Para EE.UU. este escenario sería parte de un plan mayor para la desintegración de la Federación de Rusia.
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