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Armas químicas en el fondo del mar Negro pueden causar una catástrofe devastadora
Centenares de contenedores con armas químicas yacen en el lecho del mar Negro, cerca de la costa ucraniana, denuncian ecologistas. Advierten de que se avecina una grave catástrofe medioambiental.
Según los activistas, en 1941, durante la ofensiva nazi, las tropas soviéticas, que contaban con poco tiempo, optaron por hundir en el mar las armas químicas que en aquel entonces ya estaban prohibidas. Más precisamente, se trataba de un total de 1.200 contenedores con sustancias químicas con las que se cargaban bombas aéreas. En 2010 expiró el periodo de vida útil estimado para estos contenedores.
Mientras tanto, los activistas denuncian que las autoridades ucranianas dejaron de financiar la destrucción de las armas químicas: el presupuesto estatal de 2010 contemplaba una partida 760.000 grivnas (unos 93.000 dólares) destinada a la destrucción de arsenales químicos, pero a partir de 2011 la financiación desapareció.
Las autoridades locales, por su parte, no ven una amenaza en la situación actual. Insisten en que no disponen de documentos oficiales que confirmen un nivel elevado de sustancias tóxicas en las aguas costeras. El Ministerio de Ecología ucraniano, por su parte, se abstiene de comentar el caso.
Tarde o temprano todo esto desembocará en una tragedia de gran escala que afectará no solo a Ucrania, sino a los demás países costeros"Tarde o temprano todo esto desembocará en una tragedia de gran escala que afectará no solo a Ucrania, sino a los demás países costeros. Se trata de una zona sísmica, en el mar Negro las tormentas son un fenómeno común. Sufrirá no solo el medioambiente, sino también la gente", comentó el ecologista Víktor Tarasenko al sitio ucraniano de noticias segodnya.ua.
Mientras tanto, los activistas denuncian que las autoridades ucranianas dejaron de financiar la destrucción de las armas químicas: el presupuesto estatal de 2010 contemplaba una partida 760.000 grivnas (unos 93.000 dólares) destinada a la destrucción de arsenales químicos, pero a partir de 2011 la financiación desapareció.
Las autoridades locales, por su parte, no ven una amenaza en la situación actual. Insisten en que no disponen de documentos oficiales que confirmen un nivel elevado de sustancias tóxicas en las aguas costeras. El Ministerio de Ecología ucraniano, por su parte, se abstiene de comentar el caso.
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