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Rebeldes de Sudán del Sur abren fuego contra un avión militar de EE.UU.
Rebeldes de Sudán del Sur han disparado contra un avión militar de EE.UU., según confirmaron a AP fuentes gubernamentales. Al menos cuatro militares han resultado heridos, uno de ellos de gravedad.
Se informa que el avión se dirigía a Bor, capital del estado de Jonglei y escenario de algunos de los peores episodios de violencia en el país a lo largo de la última semana.
Después de que el avión se incendiera, los militares se dirigieron a Kampala (Uganda), de donde volaron a Nairobi (Kenia) para recibir tratamiento médico.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó con anterioridad enviar a Sudán del Sur 45 militares para garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas y proteger a los ciudadanos estadounidenses en ese país tras el estallido de las revueltas. Obama también pidió el fin inmediato de un conflicto, que, a su juicio, sitúa al país al borde de la guerra civil.
Los combates entre el Ejército de Sudán del Sur y las fuerzas rebeldes se desataron la noche del 15 al 16 del diciembre y se han recrudecido estos días en los estados de Unidad y de Jonglei, donde fue atacada una base de la ONU. El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, consideró las revueltas un intento de golpe de estado. Al menos 500 personas han muerto y unas 34.000 se refugiaron en campamentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Yuba y Bor para huir de la violencia. Según informa reuters, este sábado varios líderes del ejército de Sudán del Sur se han unido a los rebeldes.
Después de que el avión se incendiera, los militares se dirigieron a Kampala (Uganda), de donde volaron a Nairobi (Kenia) para recibir tratamiento médico.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó con anterioridad enviar a Sudán del Sur 45 militares para garantizar la seguridad de las misiones diplomáticas y proteger a los ciudadanos estadounidenses en ese país tras el estallido de las revueltas. Obama también pidió el fin inmediato de un conflicto, que, a su juicio, sitúa al país al borde de la guerra civil.
Los combates entre el Ejército de Sudán del Sur y las fuerzas rebeldes se desataron la noche del 15 al 16 del diciembre y se han recrudecido estos días en los estados de Unidad y de Jonglei, donde fue atacada una base de la ONU. El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, consideró las revueltas un intento de golpe de estado. Al menos 500 personas han muerto y unas 34.000 se refugiaron en campamentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Yuba y Bor para huir de la violencia. Según informa reuters, este sábado varios líderes del ejército de Sudán del Sur se han unido a los rebeldes.
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