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China busca desafiar el dominio de EE.UU. en alta mar y proteger los estrechos claves
Los objetivos a largo plazo de la modernización de la Armada china son desafiar el dominio naval de EE.UU. en alta mar y proteger los suministros de materias primas por mar en caso de un eventual conflicto bélico con la India u otro país.
A esta conclusión ha llegado el joven historiador y lingüista estadounidense Henry Holst tras estudiar el archivo completo de las ediciones de la reciente década del mayor periódico oficialista chino, 'Renmín Ribao' ('El Diario del Pueblo'). El analista no tiene la menor duda de que tanto el desarrollo de la tecnología propia, como "el robo y el espionaje" serán las herramientas que va a emplear China para conseguir dichos objetivos.
"Analizar la identidad marítima de China a través del análisis ofrecido por los medios es quizás la mejor manera de calibrar las futuras acciones chinas, teniendo en cuenta la cerrada, opaca y caótica cocina política del Partido Comunista", cree Holst. Con el mismo fin ha recogido decenas de citas de los artículos periodísticos que tiran por tierra la idea de que Pekín sea incapaz y no esté dispuesto en un futuro a competir con Washington por el dominio de los océanos.
Algunas de esas citas rezan: "Puede tardar años en alcanzar el nivel de la Armada estadounidense, pero la tendencia es obvia, Pekín está decidido a desafiar la hegemonía de Estados Unidos en alta mar y remodelar el equilibrio de fuerzas". "China procura establecer una fuerza naval capaz de contener a EE.UU., tener una Marina de alta mar apta para operaciones globales". "La Marina de alta mar de China va a representar un verdadero desafío para la Armada de EE.UU. en unos años". "Washington puede haber ganado una batalla, pero haber perdido la guerra. Es solo una cuestión de tiempo para la creación de una Marina de alta mar china". "China ha comenzado a construir la Marina de alta mar, tiene la capacidad de enviar sus fuerzas a Alaska, Hawái y Guam".
Un cambio se produjo en 2008, sostiene el experto, cuando Pekín por vez primera envió sus buques de guerra para participar en un operativo cerca de las costas de otro continente. Fue el despliegue internacional contra la piratería en el golfo de Adén, cerca de las costas de Somalia. El propio operativo significó el debut de la fuerza naval china en el ámbito mundial y además despertó cierto interés por el dominio de la alta mar en los medios chinos.
Antes de ese año unos pocos artículos habían sido publicados en 'El Diario del Pueblo' sobre el tema, recuerda Holst. Ahora al revés, el periódico cada vez más a menudo vuelve a estimar las capacidades navales del país y compararlas con las estadounidenses.
Asimismo China se prepara para asegurar sus importaciones de petróleo por vías marítimas, que superan el 60% de todos los suministros de crudo del extranjero, en caso de una guerra con la India. Una vez se desate, sugiere el propio diario, el mayor competidor regional intentaría bloquear el estrecho de Malaca y el de Ormuz y todo el comercio exterior se convertirá en el talón de Aquiles de toda la economía china. Varios programas de modernización de la Marina desarrollados por Pekín tienen como objetivo lidiar con situaciones como esa.
"Analizar la identidad marítima de China a través del análisis ofrecido por los medios es quizás la mejor manera de calibrar las futuras acciones chinas, teniendo en cuenta la cerrada, opaca y caótica cocina política del Partido Comunista", cree Holst. Con el mismo fin ha recogido decenas de citas de los artículos periodísticos que tiran por tierra la idea de que Pekín sea incapaz y no esté dispuesto en un futuro a competir con Washington por el dominio de los océanos.
Algunas de esas citas rezan: "Puede tardar años en alcanzar el nivel de la Armada estadounidense, pero la tendencia es obvia, Pekín está decidido a desafiar la hegemonía de Estados Unidos en alta mar y remodelar el equilibrio de fuerzas". "China procura establecer una fuerza naval capaz de contener a EE.UU., tener una Marina de alta mar apta para operaciones globales". "La Marina de alta mar de China va a representar un verdadero desafío para la Armada de EE.UU. en unos años". "Washington puede haber ganado una batalla, pero haber perdido la guerra. Es solo una cuestión de tiempo para la creación de una Marina de alta mar china". "China ha comenzado a construir la Marina de alta mar, tiene la capacidad de enviar sus fuerzas a Alaska, Hawái y Guam".
China procura establecer una fuerza naval capaz de contener a EE.UU.Todas estas revelaciones refutan, en opinión del autor del ensayo, los argumentos de algunos expertos militares de EE.UU. que aseguraban, aún en 2012, que los planes de China no irían más lejos de reforzar las flotillas de combate en el Pacífico Occidental.
Un cambio se produjo en 2008, sostiene el experto, cuando Pekín por vez primera envió sus buques de guerra para participar en un operativo cerca de las costas de otro continente. Fue el despliegue internacional contra la piratería en el golfo de Adén, cerca de las costas de Somalia. El propio operativo significó el debut de la fuerza naval china en el ámbito mundial y además despertó cierto interés por el dominio de la alta mar en los medios chinos.
Antes de ese año unos pocos artículos habían sido publicados en 'El Diario del Pueblo' sobre el tema, recuerda Holst. Ahora al revés, el periódico cada vez más a menudo vuelve a estimar las capacidades navales del país y compararlas con las estadounidenses.
Asimismo China se prepara para asegurar sus importaciones de petróleo por vías marítimas, que superan el 60% de todos los suministros de crudo del extranjero, en caso de una guerra con la India. Una vez se desate, sugiere el propio diario, el mayor competidor regional intentaría bloquear el estrecho de Malaca y el de Ormuz y todo el comercio exterior se convertirá en el talón de Aquiles de toda la economía china. Varios programas de modernización de la Marina desarrollados por Pekín tienen como objetivo lidiar con situaciones como esa.
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