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Ecuador inicia los trámites para renunciar al "ineficiente" TIAR de EE.UU.
La Asamblea Nacional del Ecuador (Parlamento) inició el proceso legal para formalizar la renuncia del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), firmado con EE.UU. en 1947.
La Comisión de Soberanía y Relaciones Internacionales estará encargada de pedir la aprobación de la denuncia, de acuerdo a lo reseñado por el órgano legislativo en un boletín de prensa.
Según el comunicado, Quito fundamenta su renuncia a ese convenio "en la superación de las condiciones políticas, materiales e históricas que determinaron la firma del instrumento, tras el fin de la Guerra Fría, más aún cuando la nación ecuatoriana y otros países en desarrollo y emergentes han iniciado un proceso de emancipación de los poderes hegemónicos, coloniales y neocoloniales que intentan perdurar en el mundo".
El TIAR fue promovido por EE.UU. para hacer frente a supuestos atentados contra la paz, la seguridad y la soberanía de las naciones americanas, resultantes de la intervención de potencias extracontinentales tras la experiencia de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, pasó a ser otro instrumento utilizado por Washington para garantizar sus intereses de gran potencia en Latinoamérica. El tratado también fue utilizado para justificar el intervencionismo y el uso de la fuerza en contra de países y Gobiernos americanos de tendencia popular, socialista o nacionalista, además de conducir a regímenes represivos en diversas naciones de la región, a partir de la década de 1960.
La comisión de la Asamblea Nacional ecuatoriana señaló que el tratado es "ineficiente dada la nueva realidad continental y mundial" y que nunca sirvió para responder a las necesidades de la seguridad soberana y nacional de los países de América.
Ejemplificó que el último episodio de su deslegitimación ocurrió en 1982, durante la invasión británica a las islas Malvinas: mientras los países latinoamericanos (excepto Colombia y Chile) apoyaron a Argentina, los Estados Unidos defendieron su pacto con la OTAN, uniéndose al Reino Unido.
Ecuador ya había anunciado su renuncia al TIAR en la cumbre de la Organización de Estados Americanos celebrada en junio de 2012 en Bolivia, por intermedio de su canciller Ricardo Patiño.
Según el comunicado, Quito fundamenta su renuncia a ese convenio "en la superación de las condiciones políticas, materiales e históricas que determinaron la firma del instrumento, tras el fin de la Guerra Fría, más aún cuando la nación ecuatoriana y otros países en desarrollo y emergentes han iniciado un proceso de emancipación de los poderes hegemónicos, coloniales y neocoloniales que intentan perdurar en el mundo".
El TIAR fue promovido por EE.UU. para hacer frente a supuestos atentados contra la paz, la seguridad y la soberanía de las naciones americanas, resultantes de la intervención de potencias extracontinentales tras la experiencia de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, pasó a ser otro instrumento utilizado por Washington para garantizar sus intereses de gran potencia en Latinoamérica. El tratado también fue utilizado para justificar el intervencionismo y el uso de la fuerza en contra de países y Gobiernos americanos de tendencia popular, socialista o nacionalista, además de conducir a regímenes represivos en diversas naciones de la región, a partir de la década de 1960.
La comisión de la Asamblea Nacional ecuatoriana señaló que el tratado es "ineficiente dada la nueva realidad continental y mundial" y que nunca sirvió para responder a las necesidades de la seguridad soberana y nacional de los países de América.
Ejemplificó que el último episodio de su deslegitimación ocurrió en 1982, durante la invasión británica a las islas Malvinas: mientras los países latinoamericanos (excepto Colombia y Chile) apoyaron a Argentina, los Estados Unidos defendieron su pacto con la OTAN, uniéndose al Reino Unido.
Ecuador ya había anunciado su renuncia al TIAR en la cumbre de la Organización de Estados Americanos celebrada en junio de 2012 en Bolivia, por intermedio de su canciller Ricardo Patiño.
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