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Yihadistas occidentales en Siria ya tienen en el punto de mira blancos en Europa y EE.UU.
En las reuniones secretas de yihadistas en Siria "cada uno nombraba un blanco. Un estadounidense dijo que soñaba con hacer volar la Casa Blanca". Así lo relató a un periódico británico un tránsfuga del campo de los rebeldes.
El 'desertor', según lo denomina el diario 'The Telegraph', se identificó como Murad y exmiembro del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante. Informó en una entrevista que algunos integrantes de la insurgencia antigubernamental de origen europeo le habían dicho "que su emir les mandaba a Europa para enseñar la yihad a la gente".
"Ellos hablaban a menudo sobre atentados terroristas. Los extranjeros estaban orgullosos del 11-S y el ataque con bombas en Londres –adelantó–. Los muyahidines británicos, franceses y estadounidenses del cuarto empezaron a hablar sobre los sitios que ellos mismos querrían bombardear o hacer explotar en Europa o Estados Unidos".
Muchos de los voluntarios extranjeros habían llegado a Siria con las mejores intenciones como reacción a la propaganda que les mostraba "a mujeres y niños asesinados por el régimen", explica 'The Telegraph' basándose en los comentarios de Murad. Querían defender a sus hermanos de religión.
Jóvenes e impresionables, sabían poco sobre Al Qaeda, agrega el periódico. Sin embargo, una vez en el Estado Islámico de Irak y el Levante, fueron sometidos a un adoctrinamiento diario.
El gran peligro proveniente de las fuerzas antigubernamentales en Siria ha sido reconocido por fin por el Gobierno de Francia, el otrora mayor aliado de la oposición armada. El ministro del Interior francés, Manuel Valls, dijo este domingo que el regreso a Francia de sus ciudadanos adoctrinados en la yihad será "la mayor amenaza que el país va a afrontar en los próximos años".
Francia y Europa corren el riesgo de ser "agobiadas" por ese fenómeno, agregó el alto funcionario. Y es que su ministerio estimó en setecientos el número de ciudadanos que habían viajado a Siria, han regresado ya de allí o están en el camino. Al menos 21 han caído en combates, agregó Valls.
El número total de combatientes extranjeros en la lucha contra el presidente Bashar al Assad y su Gobierno legítimo llega a decenas de miles de personas.
"Ellos hablaban a menudo sobre atentados terroristas. Los extranjeros estaban orgullosos del 11-S y el ataque con bombas en Londres –adelantó–. Los muyahidines británicos, franceses y estadounidenses del cuarto empezaron a hablar sobre los sitios que ellos mismos querrían bombardear o hacer explotar en Europa o Estados Unidos".
Muchos de los voluntarios extranjeros habían llegado a Siria con las mejores intenciones como reacción a la propaganda que les mostraba "a mujeres y niños asesinados por el régimen", explica 'The Telegraph' basándose en los comentarios de Murad. Querían defender a sus hermanos de religión.
Jóvenes e impresionables, sabían poco sobre Al Qaeda, agrega el periódico. Sin embargo, una vez en el Estado Islámico de Irak y el Levante, fueron sometidos a un adoctrinamiento diario.
El gran peligro proveniente de las fuerzas antigubernamentales en Siria ha sido reconocido por fin por el Gobierno de Francia, el otrora mayor aliado de la oposición armada. El ministro del Interior francés, Manuel Valls, dijo este domingo que el regreso a Francia de sus ciudadanos adoctrinados en la yihad será "la mayor amenaza que el país va a afrontar en los próximos años".
Francia y Europa corren el riesgo de ser "agobiadas" por ese fenómeno, agregó el alto funcionario. Y es que su ministerio estimó en setecientos el número de ciudadanos que habían viajado a Siria, han regresado ya de allí o están en el camino. Al menos 21 han caído en combates, agregó Valls.
El número total de combatientes extranjeros en la lucha contra el presidente Bashar al Assad y su Gobierno legítimo llega a decenas de miles de personas.
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