Actualidad
Rusia reanudará en 2014 las pruebas del misil balístico Bulavá
Las Fuerzas Armadas de Rusia reanudarán este año los lanzamientos de prueba del misil balístico RSM-56 Bulavá. El primer lanzamiento de esta nueva serie podría ser programado para el próximo mes de mayo o junio.
El misil, capaz de portar ojivas nucleares, fue diseñado por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú entre 1998 y 2005. De momento los militares rusos cuentan con 27 misiles de esta modificación. Cinco de ellos serán enviados próximamente a los armeros de la república rusa de Udmurtia para equiparlos con los dispositivos telemétricos.
Hasta el momento el complejo industrial militar y la Marina de Rusia han llevado a cabo un total de 19 lanzamientos del Bulavá. Diez de ellos fueron calificados como 'exitosos': las ojivas impactaban el blanco establecido al recorrer una distancia de decenas de miles de kilómetros en el tiempo programado. El resto fueron las pruebas fallidas o "parcialmente exitosas".
Durante la última prueba del misil, recuerda el periódico 'Kommersant', después de un despegue normal desde un submarino que navegaba por el mar Blanco, la tobera corrediza de la segunda etapa del cohete se salió parcialmente. Debido a ello, el motor no pudo acelerar hasta el empuje necesario. En vez de impactar en un blanco en la península de Kamchatka, el misil se hundió en el océano Ártico.
Luego de ese lanzamiento fallido, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ordenó suspender los ejercicios posteriores con los submarinos portadores de esos misiles. Aplazarlos era necesario, explicó un experto militar, el contralmirante de reserva Viacheslav Apanásenko, "no para cerrar el programa, sino para buscar los defectos, arreglarlos y continuar con las pruebas".
Hasta el momento el complejo industrial militar y la Marina de Rusia han llevado a cabo un total de 19 lanzamientos del Bulavá. Diez de ellos fueron calificados como 'exitosos': las ojivas impactaban el blanco establecido al recorrer una distancia de decenas de miles de kilómetros en el tiempo programado. El resto fueron las pruebas fallidas o "parcialmente exitosas".
Durante la última prueba del misil, recuerda el periódico 'Kommersant', después de un despegue normal desde un submarino que navegaba por el mar Blanco, la tobera corrediza de la segunda etapa del cohete se salió parcialmente. Debido a ello, el motor no pudo acelerar hasta el empuje necesario. En vez de impactar en un blanco en la península de Kamchatka, el misil se hundió en el océano Ártico.
Luego de ese lanzamiento fallido, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ordenó suspender los ejercicios posteriores con los submarinos portadores de esos misiles. Aplazarlos era necesario, explicó un experto militar, el contralmirante de reserva Viacheslav Apanásenko, "no para cerrar el programa, sino para buscar los defectos, arreglarlos y continuar con las pruebas".
comentarios