Video, fotos: Irán celebra el 35.º aniversario de la Revolución Islámica

En su discurso dedicado al 35.º aniversario de la Revolución Islámica, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, manifestó que el país podría cambiar su táctica en las nuevas condiciones internacionales, pero los principios básicos del la revolución de 1979 siguen intactos.

Al mismo tiempo, Jamenei comentó que no cree que la Casa Blanca renuncie a sus planes de derrocar al Gobierno legítimo de Teherán. 

 
 
"Yo digo explícitamente a aquellas personas delirantes que dicen que la opción militar está sobre la mesa, que deben cambiar su punto de vista [...]. Nuestra nación considera el lenguaje de la amenaza grosero y ofensivo", indicó, a su vez, el presidente iraní, Hasán Rohaní. 

Haciendo un resumen de los 35 años del desarrollo de la república islámica, el analista del Fondo de Cultura Estratégica Nikolái Bobkin explica que en las últimas tres décadas el país se ha convertido en una potencia regional con significativo potencial militar e influencia en el escenario internacional. 
 

"Durante los 35 años posteriores a la revolución de 1979 la economía iraní funcionó sin la ayuda de EE.UU., y no hay duda de que esta tendencia se mantendrá en el caso del levantamiento de las sanciones", señala el experto, agregando que actualmente Irán es uno de pocos países de la región que dispone de su propia industria aeronáutica y proyectos espaciales, así como un polémico pero independiente programa nuclear.
 

 

Analizando las recientes medidas represivas tomadas por el Gobierno de EE.UU., el experto explica que de esta forma Washington, que tiene muy pocas oportunidades de volver al mercado iraní, intenta obstaculizar las relaciones de Teherán con otros socios internacionales. 
 

 

"En este contexto, los intentos del Congreso de EE.UU. de imponer nuevas sanciones y el veto de Obama se perciben como medidas arcaicas, como una incapacidad de seguir el ritmo de los acontecimientos. Al no emprender pasos prácticos en las relaciones con Irán, Washington sigue fomentando absurdas expectativas sobre el cambio del régimen islámico", concluye.