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"La Armada rusa en Crimea no interfiere en los asuntos internos de Ucrania"
Las unidades de la Flota del Mar Negro rusa, ubicadas en la República Autónoma de Crimea, no están interfiriendo en los eventos internos de la política ucraniana, afirmó este lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Asimismo, el Ministerio manifestó en un comunicado su firme oposición a la declaración del Consejo de la OTAN, que culpó a Rusia de la "escalada militar en Crimea y la violación de los principios del derecho internacional".
"Todos los movimientos de los destacamentos [de la Flota del Mar Negro] se llevan a cabo únicamente para garantizar la seguridad de la flota y la prevención de posibles ataques de los extremistas y radicales contra nuestros compatriotas", recalcó el Ministerio.
El organismo también indicó en el texto que "la manipulación de los hechos y la escalada de las tensiones no promueven de ningún modo la estabilización de la situación en Ucrania ni la confianza en nuestras relaciones con la OTAN".
Por su parte, el presidente de la Duma Estatal, Serguéi Naryshkin declaró que "todavía no hay necesidad de recurrir al derecho de usar las Fuerzas Armadas de Rusia en Ucrania".
Las autoridades de Crimea solicitaron la asistencia de Moscú después de que el Gobierno autoproclamado de Kiev introdujera una ley para abolir el uso oficial de toda lengua distinta al ucraniano.
"Todos los movimientos de los destacamentos [de la Flota del Mar Negro] se llevan a cabo únicamente para garantizar la seguridad de la flota y la prevención de posibles ataques de los extremistas y radicales contra nuestros compatriotas", recalcó el Ministerio.
El organismo también indicó en el texto que "la manipulación de los hechos y la escalada de las tensiones no promueven de ningún modo la estabilización de la situación en Ucrania ni la confianza en nuestras relaciones con la OTAN".
Por su parte, el presidente de la Duma Estatal, Serguéi Naryshkin declaró que "todavía no hay necesidad de recurrir al derecho de usar las Fuerzas Armadas de Rusia en Ucrania".
Las autoridades de Crimea solicitaron la asistencia de Moscú después de que el Gobierno autoproclamado de Kiev introdujera una ley para abolir el uso oficial de toda lengua distinta al ucraniano.
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