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Obama aboga en EE.UU. por una deportación "más humana"
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha ordenado una revisión de las prácticas de deportación en su país a fin de comprobar si los indocumentados pueden ser deportados de una forma "más humana" sin que se deje de hacer cumplir la ley.
Obama ha pedido al jefe del Departamento de Seguridad Nacional que ejecute un "inventario" de sus prácticas como paso previo antes de impulsar un paquete de reforma migratoria integral, informa el diario estadounidense 'Los Angeles Times'. Según un comunicado de la Casa Blanca, el mandatario de EE.UU. ha subrayado "su profunda preocupación por el dolor que sienten muchas familias" tras una separación que deriva de un "sistema de inmigración insolvente".
Cabe recordar que las medidas que Obama busca impulsar no surgen de la nada. En 2012, él mismo anunció que iba a suspender temporalmente las deportaciones de muchos inmigrantes que llegaron ilegalmente a EE.UU. cuando eran niños. Sobre esta idea los activistas han pedido que se extienda más esa protección, como, por ejemplo, a las familias de los jóvenes inmigrantes.
El problema radica en que los republicanos denuncian abiertamente que no se puede confiar en la reforma que propone Obama. De hecho, todo parece indicar que el Congreso ignora al presidente, pues de las decenas de iniciativas legislativas presentadas en 2013 por él, solo dos fueron aprobadas.
Aunque los datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas mostraron que las deportaciones cayeron un 10% el año pasado en comparación con 2012, la administración de Obama ha deportado al menos a dos millones de inmigrantes, la mayor cantidad en el mandato de cualquier presidente estadounidense.
Cabe recordar que las medidas que Obama busca impulsar no surgen de la nada. En 2012, él mismo anunció que iba a suspender temporalmente las deportaciones de muchos inmigrantes que llegaron ilegalmente a EE.UU. cuando eran niños. Sobre esta idea los activistas han pedido que se extienda más esa protección, como, por ejemplo, a las familias de los jóvenes inmigrantes.
El problema radica en que los republicanos denuncian abiertamente que no se puede confiar en la reforma que propone Obama. De hecho, todo parece indicar que el Congreso ignora al presidente, pues de las decenas de iniciativas legislativas presentadas en 2013 por él, solo dos fueron aprobadas.
Aunque los datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas mostraron que las deportaciones cayeron un 10% el año pasado en comparación con 2012, la administración de Obama ha deportado al menos a dos millones de inmigrantes, la mayor cantidad en el mandato de cualquier presidente estadounidense.
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