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¿Qué hay detrás de la visita de Obama a Arabia Saudita?
El presidente de EE.UU., Barack Obama, llega este viernes a Arabia Saudita en visita oficial en medio de un conflicto de intereses por las causas de Siria e Irán. ¿Cúales son los objetivos principales de este viaje?
Según comentó un portavoz de la Casa Blanca, encima de la mesa habrá una amplia gama de problemas de seguridad en Oriente Próximo y la lucha contra el extremismo violento. Mientras tanto, varios medios especulan sobre que Obama, además, intentará aliviar las tensiones para posiblemente solicitar de Riad que participe en la ayuda financiera a Ucrania y que baje el precio del petróleo para presionar a los demás exportadores, como Rusia.
"Intervenir en la producción de crudo con el pretexto de 'castigar' a los países que lo exportan, como Rusia, como Irán, es una propuesta para autoservirse. Quien está beneficiándose es EE.UU.: dice, 'vamos a castigar al otro abaratándome el petróleo que yo te compro a ti'", comenta el analista Wilfredo Amr Ruiz.
Mientras tanto, las tensiones políticas entre los dos países no han afectado de momento sus relaciones estratégicas. EE.UU. sigue disponiendo de una base militar en Arabia Saudita a solo 20 kilómetros de Riad. Se trata de Eskan Village, en uso desde hace más de 23 años. Por otro lado, también está la base militar de King Fahr, que está inactiva y que sirvió en su momento como punto de partida para vuelos comerciales y civiles: ambas bases fueron estratégicas en la primera Guerra del Golfo. En la base aérea Prince Sultan hubo presencia de tropas estadounidenses hasta 2003. Entre 2011 y 2013 la CIA supuestamente tuvo en Arabia Saudita una base secreta de aviones no tripulados: fuentes estadounidenses aseguraron en su momento que desde la citada base se realizaron operaciones contra terroristas vinculados a la organización Al Qaeda y ubicados en Yemen.
Otro aspecto importante es que Arabia Saudita tiene un enorme presupuesto militar y entra regularmente en la lista de los 10 países del mundo que gastan más en este sector. En los últimos años ha aumentado significamente la compra de armamento y una gran parte del suministro llega de EE.UU. Esta misma semana el país ha comprado a EE.UU. 10 drones que tienen alta capacidad para tomar fotografías aéreas así como monitorear los movimientos de personas y navíos, según un famoso activista político saudita identificado como Moytahed en su página de Twitter. El ministro saudita del Interior, Mohamed bin Nayef, en su reciente viaje a EE.UU. podría haber suscrito el contrato.
"Arabia Saudita necesita esta cantidad de armamento para poder armar a los diferentes grupos terroristas que están operando en Irak, Siria y anteriormente lo hicieron en Libia. Son armas todas procedentes de Arabia Saudita de fabricación de la Comunidad Europea y sobre todo de EE.UU.", acentúa la analista Conchetta Dellavernia.
"Intervenir en la producción de crudo con el pretexto de 'castigar' a los países que lo exportan, como Rusia, como Irán, es una propuesta para autoservirse. Quien está beneficiándose es EE.UU.: dice, 'vamos a castigar al otro abaratándome el petróleo que yo te compro a ti'", comenta el analista Wilfredo Amr Ruiz.
Mientras tanto, las tensiones políticas entre los dos países no han afectado de momento sus relaciones estratégicas. EE.UU. sigue disponiendo de una base militar en Arabia Saudita a solo 20 kilómetros de Riad. Se trata de Eskan Village, en uso desde hace más de 23 años. Por otro lado, también está la base militar de King Fahr, que está inactiva y que sirvió en su momento como punto de partida para vuelos comerciales y civiles: ambas bases fueron estratégicas en la primera Guerra del Golfo. En la base aérea Prince Sultan hubo presencia de tropas estadounidenses hasta 2003. Entre 2011 y 2013 la CIA supuestamente tuvo en Arabia Saudita una base secreta de aviones no tripulados: fuentes estadounidenses aseguraron en su momento que desde la citada base se realizaron operaciones contra terroristas vinculados a la organización Al Qaeda y ubicados en Yemen.
Otro aspecto importante es que Arabia Saudita tiene un enorme presupuesto militar y entra regularmente en la lista de los 10 países del mundo que gastan más en este sector. En los últimos años ha aumentado significamente la compra de armamento y una gran parte del suministro llega de EE.UU. Esta misma semana el país ha comprado a EE.UU. 10 drones que tienen alta capacidad para tomar fotografías aéreas así como monitorear los movimientos de personas y navíos, según un famoso activista político saudita identificado como Moytahed en su página de Twitter. El ministro saudita del Interior, Mohamed bin Nayef, en su reciente viaje a EE.UU. podría haber suscrito el contrato.
"Arabia Saudita necesita esta cantidad de armamento para poder armar a los diferentes grupos terroristas que están operando en Irak, Siria y anteriormente lo hicieron en Libia. Son armas todas procedentes de Arabia Saudita de fabricación de la Comunidad Europea y sobre todo de EE.UU.", acentúa la analista Conchetta Dellavernia.
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