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Washington trata de corregir las declaraciones de Obama sobre Kosovo
La Casa Blanca intenta justificar, a través de una carta, el error cometido por el presidente de EE.UU, Barack Obama, que en un reciente discurso declaró que Kosovo dejó de ser parte Serbia después de la celebración de un referéndum.
El mandatario estadounidense se refería a que la situación en Kosovo fue excepcional, ya que su independencia fue el resultado de años de conversaciones y de la cooperación de la comunidad internacional, que desempeñó un papel clave, afirma la carta oficial, según la agencia rusa Itar-Tass.
Asimismo, la misiva indica que en Kosovo se introdujo un régimen jurídico especial por decisión de la ONU y se puso en marcha un proceso político con el fin de determinar el futuro estatus de Kosovo, incluyendo su independencia.
Aunque Washington trata justificar así el error del presidente de EE.UU., no admite abiertamente que Obama se equivocase en el discurso del 28 de marzo.
En el mismo, el mandatario afirmó que Kosovo se separó de Serbia "después de un referéndum", lo que provocó una oleada de críticas, especialmente procedentes de Serbia y Rusia. Y es que en Kosovo no se celebró ninguna consulta, sino que el territorio se separó de manera unilateral y sin la participación de ninguna organización internacional.
El Ministerio de Exteriores ruso expresó su sorpresa ante el hecho de que el presidente de EE.UU. mencionase la "independencia" de Kosovo. La cancillería rusa recordó que "de hecho no se celebró ningún referéndum en Kosovo", "especialmente en coordinación con la comunidad internacional".
"La decisión de separarse de Serbia la aprobó el llamado 'Parlamento' de Pristina en 2008", señala el Ministerio de Exteriores ruso.
Asimismo, la misiva indica que en Kosovo se introdujo un régimen jurídico especial por decisión de la ONU y se puso en marcha un proceso político con el fin de determinar el futuro estatus de Kosovo, incluyendo su independencia.
Aunque Washington trata justificar así el error del presidente de EE.UU., no admite abiertamente que Obama se equivocase en el discurso del 28 de marzo.
En el mismo, el mandatario afirmó que Kosovo se separó de Serbia "después de un referéndum", lo que provocó una oleada de críticas, especialmente procedentes de Serbia y Rusia. Y es que en Kosovo no se celebró ninguna consulta, sino que el territorio se separó de manera unilateral y sin la participación de ninguna organización internacional.
El Ministerio de Exteriores ruso expresó su sorpresa ante el hecho de que el presidente de EE.UU. mencionase la "independencia" de Kosovo. La cancillería rusa recordó que "de hecho no se celebró ningún referéndum en Kosovo", "especialmente en coordinación con la comunidad internacional".
"La decisión de separarse de Serbia la aprobó el llamado 'Parlamento' de Pristina en 2008", señala el Ministerio de Exteriores ruso.
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