Peleas de gansos

Basta que se abran las puertas de las jaulas de los, hasta hace un momento tranquilos gansos, y se encuentren compartiendo un mismo espacio, para que la lucha comience.

Nikolai Kalínichev cuenta con dos de los mejores 'ansarinos' o 'gansos de pelea'. Este granjero de la ciudad de Pávlovo, en Rusia central, es uno de los pocos en el país que mantiene una tradición que se remonta a mas de tres siglos atrás y que está orgulloso de conservar.

“Según las historias de los antepasados, todo empezó porque un vecino tenía un ganso fuerte que comenzó a pelearse con el del otro vecino y le venció. Y este se sintió ofendido, quería que su ganso fuera el vencedor. Así comenzaron a seleccionar a los ejemplares y poco a poco se instalaron las competiciones”, destaca Kalínichev.

Los gansos de pelea son distintos de los comunes y con los años la raza ha ido perfeccionando sus cualidades para la lucha.

Aunque deben estar todo el tiempo separados debido a su agresividad, el espectáculo se realiza sólo en el mes de marzo, cuando comienza la época de celo.

“En primavera pelean por su familia, por su pareja. Y en verano, por sus hijos y su territorio. No les permitimos pelear en vano. Tan sólo para demostrar que valen algo. En la naturaleza es algo muy normal, incluso pasa con otros animales tan nobles como los ciervos”, dice Kalínichev.

Cada año y generalmente sobre un manto nevado, estas aves brindan un 'show' ancestral al que asisten personas de todos los puntos del país, ya que es promocionado por el propio gobierno de la ciudad, encargado también de la defensa de la tradición.

“Creo que este espectáculo suscita interés por su originalidad. Además los gansos pelean por amor, por una oca. Los criadores no permiten que se vierta sangre o que los gansos sufran lesiones. Al primer indicio de que el ganso siente dolor, se lo saca de la competición y es reemplazado por otro. Estamos orgullosos de tener estas peleas que hemos heredado de nuestros antepasados”, destaca la ciudadana Vera.

A diferencia de las crueles peleas de gallos que se realizan en algunos países, donde se insta a los animales a pelear hasta la muerte, e incluso se hacen apuestas, aquí el espectáculo es totalmente diferente, porque los gansos pelean por la agresividad que es inherente a su especie. Y el único daño que sufre el perdedor es la pérdida de algunas plumas.

Terminada la riña, los gansos vuelven a sus corrales mientras sus dueños reciben con orgullo las medallas del campeón y comparten el té con el resto de los competidores. Pasará otro año hasta la próxima pelea. Quizá en esa oportunidad los machos que todavía son peqeñas crías, que hoy necesitan el cuidado de su madre, serán los encargados de demostrar su fuerza, sin saber que a través de ese mismo acto natural, mantienen viva la antigua tradición de un pueblo.