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El camino de China a convertirse en superpotencia esquiva una nueva guerra fría
China puede tener más control sobre su ascenso como superpotencia de lo que a EE.UU. le gustaría admitir, según un reciente estudio que concluye que es poco probable que las relaciones entre Washington y Pekín conduzcan a otra 'guerra fría'.
A pesar de que China ha virado hacia una política exterior en la que 'muestra más músculo', el informe, denominado 'Decodificando la estrategia en Asia de una China que emerge como superpotencia', pone de relieve que es poco probable que surja un enfrentamiento como el que se vivió entre EE.UU. y la Unión Soviética.
El principal autor del informe, Christopher K. Johnson, señala que el actual secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jingping, ha dado mayor importancia a la consolidación de la autoridad única sobre áreas del Gobierno, en concreto los servicios militares y de inteligencia, sobre las que los mandatarios del pasado no ejercieron el control exclusivo.
También se ha estado moviendo, en palabras de Johnson, hacia una política exterior "robusta, hábil y activa".
La cuestión clave es entender qué significa para Asia y EE.UU. esa política exterior más robusta por parte de Pekín. En el país norteamericano hay quienes afirman que EE.UU. se prepara para un gran enfrentamiento de poderes siguiendo los lineamientos de la guerra fría, según un análisis que publica US News.
Sin embargo, existen más diferencias que similitudes entre el estado actual de las relaciones entre China y EE.UU. y el modelo de la guerra fría.
En primer lugar, las relaciones entre los dos países no se basan en las luchas por el territorio derivadas de un conflicto anterior, como era el caso de EE.UU. y la Unión Soviética, que lucharon por controlar la Europa de la posguerra. Mientras que China está alcanzando a EE.UU. sin estar interesado en "acceder al hiperpoder de EE.UU.", en palabras de los autores del informe, la Unión Soviética y EE.UU. eran rivales estratégicos que habían sido aliados durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
En segundo lugar, mientras que China está desarrollando rápidamente las capacidades militares convencionales de una gran potencia, por ejemplo una flota de altamar, no existe entre ellos una "carrera armamentista" desmedida o una dinámica de destrucción mutua comparable a la competencia entre Estados Unidos y la URSS por la capacidad de tener misiles nucleares. En cambio China está buscando, con el tiempo, marginar la influencia de EE.UU. en Asia, aseguran los expertos.
El principal autor del informe, Christopher K. Johnson, señala que el actual secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jingping, ha dado mayor importancia a la consolidación de la autoridad única sobre áreas del Gobierno, en concreto los servicios militares y de inteligencia, sobre las que los mandatarios del pasado no ejercieron el control exclusivo.
También se ha estado moviendo, en palabras de Johnson, hacia una política exterior "robusta, hábil y activa".
La cuestión clave es entender qué significa para Asia y EE.UU. esa política exterior más robusta por parte de Pekín. En el país norteamericano hay quienes afirman que EE.UU. se prepara para un gran enfrentamiento de poderes siguiendo los lineamientos de la guerra fría, según un análisis que publica US News.
Sin embargo, existen más diferencias que similitudes entre el estado actual de las relaciones entre China y EE.UU. y el modelo de la guerra fría.
En primer lugar, las relaciones entre los dos países no se basan en las luchas por el territorio derivadas de un conflicto anterior, como era el caso de EE.UU. y la Unión Soviética, que lucharon por controlar la Europa de la posguerra. Mientras que China está alcanzando a EE.UU. sin estar interesado en "acceder al hiperpoder de EE.UU.", en palabras de los autores del informe, la Unión Soviética y EE.UU. eran rivales estratégicos que habían sido aliados durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
En segundo lugar, mientras que China está desarrollando rápidamente las capacidades militares convencionales de una gran potencia, por ejemplo una flota de altamar, no existe entre ellos una "carrera armamentista" desmedida o una dinámica de destrucción mutua comparable a la competencia entre Estados Unidos y la URSS por la capacidad de tener misiles nucleares. En cambio China está buscando, con el tiempo, marginar la influencia de EE.UU. en Asia, aseguran los expertos.
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