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La expulsión del 'militar más poderoso de China' podría ser una demostración de poder político
La expulsión del militar chino más poderoso del gobernante Partido Comunista representa un importante golpe político al todopoderoso gremio militar de China.
Durante una década, el general Xu Caihou fue el uniformado más poderoso en China, siendo el vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC) a cargo de los asuntos políticos.
Desde ese cargo entre 2002 y 2012 ejerció un enorme poder, controlando en última instancia todas las cuestiones militares en China, desde los presupuestos multimillonarios del Ejército Popular, hasta los nombramientos y ascensos de todos los líderes de alto nivel.
El general fue expulsado esta semana del partido por sospechas de corrupción y su caso está siendo investigado por la Fiscalía, según informó el Comité Central de la formación gobernante a través de la agencia oficial Xinhua.
Sin embargo, los analistas del Gobierno de EE.UU. dicen que su expulsión y enjuiciamiento tienen menos que ver con la tan anunciada campaña contra la corrupción del presidente Xi Jinping, y es más un ajuste de cuentas político a la antigua.
La animosidad hacia el general Xu data del régimen del expresidente chino Jiang Zemin y sus diferencias con Hu Jintao, quien asumió el cargo de líder supremo parcial en 2002, según publica el 'Washington Times'.
El general Xu, quien visitó el Pentágono en octubre de 2009, es conocido por los funcionarios de Defensa de EE.UU. como un operador político suave que entendió la mecánica de obtener, poseer y utilizar el poder.
Su caída se debió a su papel como hombre de confianza política para Jiang, quien como líder chino continuó controlando a los militares como director del CMC durante tres años después de pasar el control de los otros elementos de la estructura de poder de China a Hu a partir de 2002.
El actual presidente está atacando a un buen número de familias que han acumulado durante décadas poder, dinero y redes de influencia, y que podrían estar fraguando una arremetida contra el Gobierno, según 'El Mundo'.
Medios angloparlantes han reportado, basándose en fuentes anónimas, que Jiang Zemin y Hu Jintao están preocupados por la avanzada de la campaña anticorrupción de Xi Jinping y que han transmitido su malestar al actual presidente.
Además de Xu Caihou, otros tres dirigentes fueron expulsados del partido y puestos a disposición del sistema judicial: el exviceministro de Seguridad Pública, Li Dongsheng, y dos antiguos ejecutivos de la petrolera estatal China National Petroleum Corporation, Jiang Jiemin y Wang Yongchun.
Desde ese cargo entre 2002 y 2012 ejerció un enorme poder, controlando en última instancia todas las cuestiones militares en China, desde los presupuestos multimillonarios del Ejército Popular, hasta los nombramientos y ascensos de todos los líderes de alto nivel.
El general fue expulsado esta semana del partido por sospechas de corrupción y su caso está siendo investigado por la Fiscalía, según informó el Comité Central de la formación gobernante a través de la agencia oficial Xinhua.
Sin embargo, los analistas del Gobierno de EE.UU. dicen que su expulsión y enjuiciamiento tienen menos que ver con la tan anunciada campaña contra la corrupción del presidente Xi Jinping, y es más un ajuste de cuentas político a la antigua.
Conflicto de vieja data
La animosidad hacia el general Xu data del régimen del expresidente chino Jiang Zemin y sus diferencias con Hu Jintao, quien asumió el cargo de líder supremo parcial en 2002, según publica el 'Washington Times'.
El general Xu, quien visitó el Pentágono en octubre de 2009, es conocido por los funcionarios de Defensa de EE.UU. como un operador político suave que entendió la mecánica de obtener, poseer y utilizar el poder.
Su caída se debió a su papel como hombre de confianza política para Jiang, quien como líder chino continuó controlando a los militares como director del CMC durante tres años después de pasar el control de los otros elementos de la estructura de poder de China a Hu a partir de 2002.
El actual presidente está atacando a un buen número de familias que han acumulado durante décadas poder, dinero y redes de influencia, y que podrían estar fraguando una arremetida contra el Gobierno, según 'El Mundo'.
Medios angloparlantes han reportado, basándose en fuentes anónimas, que Jiang Zemin y Hu Jintao están preocupados por la avanzada de la campaña anticorrupción de Xi Jinping y que han transmitido su malestar al actual presidente.
Además de Xu Caihou, otros tres dirigentes fueron expulsados del partido y puestos a disposición del sistema judicial: el exviceministro de Seguridad Pública, Li Dongsheng, y dos antiguos ejecutivos de la petrolera estatal China National Petroleum Corporation, Jiang Jiemin y Wang Yongchun.
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